PROYECTO DE TP


Expediente 0693-D-2017
Sumario: RENDIR HOMENAJE A CLARA JEANNETTE ARMSTRONG, MAESTRA DE MAESTRAS, QUE VINO CON LAS DENOMINADAS "HIJAS DE SARMIENTO".
Fecha: 15/03/2017
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 10
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Rendir homenaje a Clara Jeannette Armstrong, maestra de maestras que vino, junto con las denominadas “hijas de Sarmiento”, a fundar el normalismo en la Argentina y a convertirse en modelo de los valores y la vocación docente de enriquecer a los alumnos en una comunión tanto espiritual como intelectual.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


En su trabajo de investigación La Odisea de Venir de Estados Unidos a San Juan en el siglo XIX, Cecilia Yornet recuerda a las maestras de Sarmiento y como dice; sus nombres debieron sonar extraños. Tal vez también despertaron curiosidad sus ropas, sus costumbres o la manera, a la vez estricta pero liberal, como se desenvolvían. Eran las maestras traídas por Sarmiento.
Su destino era ser maestras de maestras y fundar el normalismo en la Argentina. Viajaron dos meses en barco –desde Estados Unidos a Inglaterra y, desde allí, al puerto de Buenos Aires- y entre diez y quince días en diligencia para venir a formar parte en San Juan del plantel de la Escuela Normal de Maestros. Y así como llegaron a San Juan, también lo hicieron a Catamarca, Jujuy, Tucumán, Paraná, Córdoba y otros destinos.
En Estados Unidos, Sarmiento encontró además otra fuente inspiradora: el educador Horacio Mann, quien más tarde sería reconocido como el “padre de la educación norteamericana” y su esposa Mary, con quienes rápidamente compartió ideales y objetivos. Fue con ellos con quienes maduró, ya en 1865, la idea de traer a la Argentina algunas maestras norteamericanas. Sarmiento era entonces Ministro Plenipotenciario de Argentina en ese país. El proyecto llevó tiempo y fue solo a partir de 1868, ya con Sarmiento como Presidente en este país, cuando la idea comenzaría a concretarse.
Sarmiento había soñado traer mil maestras norteamericanas a la Argentina. Lo cierto es que, entre 1869 y 1898, llegaron a este país sesenta y cinco docentes. De ellos, sesenta y uno eran mujeres y cuatro eran hombres.
Las “hijas de Sarmiento”, como se los empezó a llamar, venían de Nueva York, Pennsylvania, Maryland, Virginia, Ohio, Nueva Inglaterra, entre otros puntos de Norteamérica; no llegaron todos juntos y no sólo lo hicieron durante la presidencia de Sarmiento. Habían respondido por diferentes razones a la convocatoria del gobierno argentino que no sólo difundió personalmente Mary Mann, sino que incluso se publicó en los principales diarios de Estados Unidos.
Estos docentes pueden haber sido seducidos por altos salarios o por la aventura del viaje. Pero, sin lugar a dudas, fue la fuerte vocación docente la que incentivó a estas maestras a embarcarse rumbo a nuestro país.
Aprender un idioma que les resultaba sumamente difícil, vivir en casas con pisos de ladrillos en el mejor de los casos, sin vidrios en las ventanas y en ciudades cuyas condiciones de higiene no eran las mejores, fueron problemas menores al lado de otro: la intolerancia religiosa. Con excepción de cinco maestras, el resto era protestante y en algunas ciudades como Catamarca y Córdoba tuvieron que lidiar contra los prejuicios de familias que no querían mandar a sus hijos a educarse con herejes, actitud que en muchos casos estaba avalada por obispos y sacerdotes.
Luego de los cuatro meses de entrenamiento en Paraná, Clara viajó dos semanas en diligencia hasta su primer destino: dirigir la Escuela Normal de Catamarca. Fue la primera mujer que dirigió una escuela normal en Sud América y debió enfrentar los prejuicios de algunas damas de sociedad, alarmadas por su credo protestante. El Obispo Fray Mamerto Esquiú debió interceder y convenció a estas damas de que, si bien la directora pertenecía a una "rama disidente" de cristianos, eso "era menos malo que si fuera atea..."
Considerado por el revisionismo como el más irritante ejemplo del afán extranjerizante y antinacional de Sarmiento, estos docentes forjaron las bases del sistema educativo argentino. Introdujeron cuestiones antes inexistentes en las escuelas de este país: el desarrollo artístico, el sentido de la responsabilidad, la puntualidad, la asistencia a pesar de las inclemencias del tiempo, el aseo personal y el orden, el trabajo manual, la gimnasia, los cuadernos de trabajos, los deberes escritos, las bibliotecas escolares, las exposiciones de historia natural y las excursiones educativas. Suprimieron los exámenes públicos, a la vez que desalentaron el aprendizaje de memoria. Además contribuyeron a jerarquizar el rol del docente y permitieron que muchas mujeres argentinas tuvieran una profesión.
Clara J Armstrong, una de las docentes norteamericanas que trajo Sarmiento a la Argentina, tenía 34 años cuando llegó a este país. Era docente desde los 15 años. Había nacido en West Alden, Nueva Cork, en 1847.
Al enterarse en 1877 de la convocatoria de la Argentina, enseñaba en la Escuela Normal de Winona, Minnesota.
Luego de cumplir sus primeros tres años de contrato, viajó de vacaciones a Estados Unidos a fines de 1881, de donde volvió en 1883 con cerca de veinte maestras más.
En 1888 dejó Catamarca para ir a formar maestras a San Nicolás, a orillas del Río de la Plata, donde su hermana Frances estaba instalando una nueva escuela normal.
A fines de 1888, Clara Armstrong llegó a San Juan a reemplazar a Mary Graham en la dirección de la Escuela Normal.
Clara Armstrong vivió en San Juan hasta 1893. Ese año asumió la dirección de la Escuela Normal de La Plata, cargo al que renunció años después, cuando tuvo que reclamar por meses de sueldos sin cobrar.
La interacción del docente con el alumno genera una simbiosis de crecimiento intelectual y espiritual que solo quienes han ejercido la docencia o quien ha sido bendecido por un docente de vocación podrán comprender lo que significa la vocación docente. ¿Quién no recuerda a sus maestros o profesores de la escuela?
El sentido de la responsabilidad, la puntualidad, la asistencia a pesar de las inclemencias del tiempo, el aseo personal y el orden son valores que las maestras de Sarmiento y Clara J Armstrong entre ellas, vinieron a inculcar a nuestro país. Asimismo, contribuyeron a jerarquizar el rol del docente (como bien dice Cecilia Yornet).
Todos estos valores, junto con la vocación docente, están en crisis, discutidos en su valor, controvertidos en su fortaleza.
Sr. Presidente, todos aquellos quienes fuimos tocados por la vocación docente y la sociedad, en general, debemos velar por la reinstauración de estos valores.
Por decreto del 16 de octubre de 1928, la Escuela Normal de Catamarca lleva su nombre
Clara Jeannette Armstrong nació en West Alden, Nueva York, el 22 de enero de 1847. Falleció en Los Ángeles, California, el 13 de septiembre de 1917.
Se cumplen 100 años de su fallecimiento y considero justo el reconocimiento a ella y su obra educadora.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
BRIZUELA DEL MORAL, EDUARDO SEGUNDO CATAMARCA FRENTE CIVICO Y SOCIAL DE CATAMARCA
VERA GONZALEZ, ORIETA CECILIA CATAMARCA COALICION CIVICA
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia)
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