Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional, a fin de solicitarle las siguientes medidas tendientes a la solidaridad y al respeto de la soberanía y autodeterminación del pueblo haitiano:
1) La aplicación de las medidas conducentes a la donación del hospital reubicable de la Fuerza Aérea Argentina al pueblo haitiano, en el contexto de la crisis humanitaria que se ha agravado tras el paso del huracán Mathew, así como la ejecución de otras donaciones conforme a las necesidades y modalidades de apoyo determinadas por el gobierno de Haití.
2) Puesta en marcha de propuestas conducentes al afianzamiento de las relaciones cooperativas y solidarias de los países latinoamericanos y caribeños con el hermano pueblo de Haití, a través de los organismos regionales pertinentes como sean CELAC, UNASUR, MERCOSUR, y de acuerdo a las prioridades definidas por el gobierno de Haití con una visión integral y de largo plazo.
3) Apoyo a las demandas de justicia y reparaciones de las víctimas del cólera, introducido en Haití por las tropas de la Misión de Estabilización de Haití, la MINUSTAH, y de otras violaciones a los derechos humanos atribuibles a esas tropas, incluyendo la reasignación del presupuesto aplicado ahora al mantenimiento de esa misión a las acciones necesarias para erradicar el cólera y asegurar a toda la población haitiana el derecho humano al agua potable y saneamiento.
4) Solicitar al P.E.N. y por su intermedio al conjunto de la comunidad internacional el estricto respeto a la soberanía y autodeterminación del pueblo de Haití.
5) Retiro de los efectivos militares y policiales argentinos actualmente desplegados como parte de la MINUSTAH al concluir esta su mandato el próximo 15 de abril de 2017.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
El pueblo de Haití merece el apoyo solidario de nuestro país y región, sobre todo en el contexto del agravamiento de la crítica situación humanitaria luego del paso devastador del Huracán Matthew. Por tal motivo, solicitamos al Poder Ejecutivo Nacional la urgente donación del hospital reubicable de la Fuerza Aérea Argentina al pueblo hermano haitiano para asegurar la prestación de servicios sanitarios imprescindibles, así como la ejecución de otras donaciones conforme a las necesidades y modalidades de apoyo determinadas por el gobierno de Haití.
Asimismo, solicitamos la puesta en marcha de propuestas conducentes al afianzamiento de las relaciones cooperativas y solidarias de los países latinoamericanos y caribeños con el hermano pueblo de Haití, a través de los organismos regionales pertinentes, como sean CELAC, UNASUR, MERCOSUR, y siempre de acuerdo a las prioridades y modalidades definidas por el gobierno de ese país desde una visión integral y de largo plazo.
Es en ese mismo marco que se solicita además al Poder Ejecutivo Nacional que apoye las demandas de justicia y reparaciones de las víctimas del cólera, introducido en el Haití por las tropas de la Misión de Estabilización de Haití, la MINUSTAH, y de otras violaciones a los derechos humanos atribuibles a esas tropas, incluyendo la reasignación del presupuesto aplicado ahora al mantenimiento de esa misión y la aplicación de otros recursos requeridos a las acciones necesarias para erradicar el cólera y asegurar a toda la población haitiana el derecho humano al agua potable y saneamiento.
Asimismo, solicitar al P.E.N. y por su intermedio al conjunto de la comunidad internacional, el estricto respeto a la soberanía y autodeterminación del pueblo de Haití, incluyendo en particular en relación a la provisión de asistencia de emergencia, y el retiro de los efectivos militares y policiales argentinos actualmente desplegados como parte de la MINUSTAH al concluir esta su mandato el próximo 15 de abril de 2017, conforme la Resolución S/RES/2313 (13 de octubre de 2016) del Consejo de Seguridad de la ONU y cómo ya lo ha anunciado el gobierno de la república vecina de Chile.
El Comité argentino de solidaridad por el retiro de las tropas y el fin de toda ocupación de Haití desempeña una tarea permanente de solidaridad con el pueblo de Haití y en pos de denunciar las negativas consecuencias que la perpetuación de la Misión de las Naciones Unidas en Haití ha generado en estos 12 largos años. Junto a otras entidades del país y la región, mantiene una comunicación permanente con diversas organizaciones haitianas sociales, académicas, de derechos humanos, de mujeres, del campesinado, sindicales, religiosas, entre ellas.
La realidad es que la MINUSTAH fue creada a instancias de los EE.UU., Francia y Canadá, luego del golpe de Estado realizado por el mismo EE.UU. La solicitud no emanó de un gobierno legítimamente constituido en Haití. Desde entonces, nuestro país y otros, mayormente de América latina, ponen la mano de obra tercerizada para una ocupación que garantiza el proceso de recolonización de Haití, en pleno siglo XXI: condiciones de “seguridad” y “estabilidad” para los capitales transnacionales que han aumentado su control sobre los ejes estratégicos de la economía, incluyendo las privatizaciones de la energía y las comunicaciones, el avance de la mega minería, el turismo de lujo, la maquila y la agroindustria exportadora, con expropiación de campesinos y pescadores y el control social de la MINUSTAH y la policía que entrena, que se encargan de reprimir cualquier protesta y coadyuvar a que el salario mínimo se mantenga como el más bajo de la región.
Asimismo, nada se dice respecto de la responsabilidad directa de la MINUSTAH en relación a la situación actual de grave deterioro político, institucional y social. Entre algunos de los hechos relevantes, podríamos citar los siguientes, que han sido referidos en el último debate en el Honorable Congreso de la Nación, en ocasión de aprobar un nuevo permiso para salida de tropas argentinas:
-ya en marzo de 2011, el presidente entonces saliente de Haití, René Preval, aseguró ante el Consejo de Seguridad de NN.UU., que Haití “no necesitaba tropas militares” ;
-el Senado de la República de Haití ha solicitado dos veces el retiro de la MINUSTAH (septiembre
2011 y mayo 2013); en la segunda Resolución, se otorgaba plazo hasta mayo 2014 ; luego de ello, la situación se deterioró aún más, a tal punto que el Senado fue finalmente disuelto por la negativa del gobierno anterior- liderado por Michel Martelly, quien fue electo por medio del fraude- de convocar a las elecciones correspondientes;
-bajo la supervisión de la MINUSTAH, se perpetró un fraude electoral en las elecciones presidenciales de octubre 2010/febrero 2011, con la consecuente proclamación del ahora ex presidente de Haití Michel Martelly (a su vez ciudadano estadounidense); asimismo, hacia el epílogo de su gobierno, se sucedieron hechos similares en las fallidas convocatorias electorales de agosto/octubre de 2015, luego de lo cual, la situación político-institucional del país se deterioró aún más. Estos hechos han sido ampliamente denunciados por diversas instancias haitianas así como también, por el entonces Representante Especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Haití, el Embajador Ricardo Seitenfus . Los comicios de octubre 2015 - calificados de fraudulentos por la inmensa mayoría de actores sociales y políticos de Haití-, fueron finalmente anulados (en el caso de la elección presidencial) por decisión del Consejo Electoral Provisional de Haití, en junio de 2016, conforme las recomendaciones de la Comisión de Investigación y Verificación Electoral, y si bien en febrero de este año se instaló un nuevo presidente y se completaron ambas cámaras del parlamento nacional, resultado de las elecciones realizadas en noviembre de 2016, es de notar que éstas también han sido cuestionadas y apenas un 21% del padrón acudió a la cita electoral;
-la MINUSTAH ha sido responsable de hechos de violencia directa contra la población que han sido ampliamente denunciados y que permanecen impunes, incluyendo la perpetración de masacres contra la población civil, represión contra manifestaciones sociales y laborales, la violación de mujeres y jóvenes;
-mientras tanto la situación social del país se torna cada vez explosiva; el Programa mundial de Alimentos (PMA) evalúa que un tercio de la población - más de tres millones y medio de haitianos y haitianas - padecen inseguridad alimentaria; es decir que no pueden acceder a alimentos suficientes para cubrir sus necesidades y entre ellos, un millón y medio de personas sufren desnutrición;
-al permanecer en Haití como parte de la MINUSTAH, la Argentina se torna corresponsable de estas violaciones graves y potenciales, incluyendo la epidemia de cólera, que ha significado ya más de 10000 muertos y la afectación de más de 800.000 haitianos, y de la impunidad de ese hecho criminal. Al respecto, tanto el Experto Independiente de NN.UU. sobre Pobreza Extrema y
Derechos Humanos como el Experto Independiente de NN.UU. sobre Haití y los Derechos Humanos han pedido- junto a varios Relatores Especiales sobre diversos Derechos Humanos- que las NN.UU. asuman formalmente su responsabilidad, reclamo que el Congreso de la Nación debería hacer suyo, exigiendo además lo mismo al Ejecutivo;
-al participar en la MINUSTAH, la Argentina además sigue aceptando que la comunidad internacional priorice el financiamiento de tropas de ocupación en Haití, en vez de asegurar el financiamiento necesario para, amén de reparar los daños perpetrados por la propia MINUSTAH, revertir las condiciones de insalubridad y precariedad de vida que constituyen la verdadera amenaza a la seguridad y la paz para el pueblo haitiano. En relación a ello, el Informe más reciente del
Secretario General de las NN.UU. sobre la MINUSTAH afirma que se han aprobado USD 345,9 millones para el funcionamiento de la Misión entre el 1 de julio de 2016 y el 30 de junio de 2017, mientras que se logra cubrir sólo el 31% (USD 8 millones) del presupuesto anual de USD 20,3 millones solicitado en ese mismo momento para responder a la epidemia de cólera . En diciembre 2016 el Secretario General de la ONU ofreció una disculpa a medios de parte de la ONU, por no haber hecho lo suficiente ante la propagación de la epidemia de cólera (sigue sin reconocer su responsabilidad por la introducción de la enfermedad), y lanzó un programa ambicioso para facilitar el acceso al derecho humanos al agua potable y saneamiento e indemnizar a las víctimas, pero de las USD 400 millones que requiere durante los próximos dos años, aún no se han comprometido fondos importantes.
En el marco del último debate parlamentario ya mencionado, reiteramos nuestro firme reclamo para que el Honorable Congreso de la Nación no siga convalidando la participación de Argentina en una misión que constituye una auténtica ocupación de este país hermano. Y también afirmamos que la dramática situación imperante en Haití, no constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional, tal como se reproduce en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en la normativa recientemente aprobada por ambas Cámaras.
Por otra parte, en la ley aprobada, se establece que la participación de la misión argentina se concretará a través de una dotación de hasta cien (100) efectivos de la Fuerza Aérea Argentina para integrar el Hospital Militar Reubicable nivel II/III, efectivos para cubrir cargos en el Estado Mayor de la Misión y medios de transporte marítimo y aéreo con su correspondiente tripulación.
En tal sentido, y a pesar del contexto reinante, estimamos que nuestro Gobierno debe dar cuenta de todos los pasos conducentes a la donación de la mencionada instalación sanitaria, de forma tal de asumir un compromiso permanente con los derechos humanos del pueblo haitiano. Asimismo, debe instar al establecimiento de canales institucionales de solidaridad gubernamental y ciudadana en las distintas instancias de integración regional, como sean CELAC, UNASUR, MERCOSUR, de forma tal de paliar la grave situación humanitaria que ya no puede esperar un minuto más.
Nuestro Congreso Nacional debería, además, convocar a Audiencia Pública y debatir, con la activa participación de las muchas organizaciones argentinas que tienen experiencia y conocimiento de primera mano de las realidades y los reclamos de los movimientos populares haitianos, el diseño y puesta en funcionamiento de una verdadera política de cooperación solidaria con la República de
Haití.
Por los motivos expuestos, solicito a mis pares el acompañamiento de este proyecto de resolución.
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