La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito al encuentro pastoral que el Papa Francisco mantuviera con las personas privadas de su libertad en la cárcel de San Vittore, Milán, Italia el día 25 de marzo 2017.

Señor presidente:

El Papa Francisco, en una nueva muestra de humildad y acercamiento al prójimo, fundamentalmente con quienes más lo necesitan, visitó la cárcel de San Vittore, ubicada en Milán, donde están recluidas unas 900 personas, y tras recorrer los diferentes pabellones y saludar a los presos almorzó con un centenar de ellos.

Las autoridades de la cárcel pensaron que el Papa se sentiría más a gusto si durante el almuerzo podía intercambiar alguna palabra en su idioma. Por ello, como adelantó el diario Avvenire, hicieron que en la mesa del Pontífice se sentaran Mónica Méndez, la ecuatoriana Dalia y la chilena Gemma. Para el almuerzo se eligió un menú preparado por las reclusas que frecuentan los cursos de la llamada "Libre Escuela de Cocina”.

En el resto del improvisado comedor (habilitado en uno de los corredores de la prisión) hubo una representación de diferentes nacionalidades y religiones de los reclusos en esta cárcel judicial donde los detenidos se encuentran en espera de la sentencia definitiva. En la cárcel, el 67% de los detenidos son extranjeros según cita el periódico italiano Avvenire.

Francisco visitó el primer pabellón donde se encuentran las mujeres detenidas con sus hijos pequeños y allí saludó a las reclusas y se detuvo con los voluntarios que trabajan en las cárceles, detalla la agencia de noticias EFE.

De todas las visitas de los pontífices a la capital financiera de Italia, es la primera vez que un Papa atraviesa las puertas de San Vittore, una cárcel utilizada durante la ocupación nazi como centro de tortura y detención de los judíos antes de su deportación a Auschwitz.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares, acompañen el proyecto.