Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Declarar de Interés de la Honorable Cámara de Diputados el Museo Histórico “Dr. Miguel Lillo y su Tiempo”, en la provincia de Tucumán, inaugurado el pasado 5 de mayo, en conmemoración de los 86 años del fallecimiento de este naturalista excepcional, de condiciones sobresalientes; espacio donde se cuenta la vida del científico y exponen valiosos objetos que le pertenecieron y que coleccionó que datan del siglo XVI al XX.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
El pasado 5 de Mayo se inauguró en la provincia de Tucumán el Museo Histórico “Doctor Miguel Lillo y su Tiempo”, que recrea la vida y obra del sabio Miguel Lillo, en el marco de la conmemoración de los 86 años de su fallecimiento. La ceremonia se llevó a cabo en la Fundación Miguel Lillo, ubicada en calle Miguel Lillo 251 de la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Miguel Lillo fue un naturalista que durante medio siglo se dedicó a la investigación científica, alternando estas actividades con la docencia y la dirección de instituciones públicas. Nació en Tucumán en 1862, cursó sus primeras letras en una escuela particular e hizo el bachillerato en el Colegio Nacional; fue un admirable autodidacta y mostró especial predilección por las ciencias exactas, físicas y naturales, y ya en 1888 había publicado su primer ensayo sobre la Flora tucumana. Fue miembro de la Comisión Nacional de la Flora Argentina y clasificó colecciones de mucho valor, procedentes especialmente del Norte Argentino. En el campo de la zoología, en particular la Ornitología, la labor de Lillo fue prolífera: en 1905 publicó Fauna Tucumana (Aves). Amante de la lingüistica y la literatura clásica, recibió honores que le tributaron espontáneamente las corporaciones e instituciones científicas del país y del extranjero. El Museo de La Plata lo designó Doctor Honoris Causa en 1914 y en 1928 le otorgaron el premio Francisco P. Moreno. Su vida fecunda y extraordinaria se extinguió en Tucumán el 4 de mayo de 1931.
Como la mayoría de los hombres de ciencia, tuvo un perfil bajo y transcurrió la mayor parte de su vida detrás de sus investigaciones. Las generaciones posteriores comenzaron a llamarlo sabio, y sin duda, Miguel Lillo lo era. Sus padres murieron antes de que él cumpliera los tres años y fue criado por dos tías.
“Me he criado en el campo, en medio de matorrales y bosques. Las lecturas infantiles de viajes y las novelas como las de Julio Verne también me ayudaron. Pero mi iniciación en la Historia Natural de la Argentina la hice con la conocida obra de Napp, ‘La República Argentina’. Las primeras colecciones de plantas las hice tomando como modelo un hermoso herbario de plantas europeas que poseía el Colegio Nacional desde la presidencia de Sarmiento, cuando Avellaneda era ministro de Instrucción Pública. Ese valioso herbario, que tenía como 4.000 especies perfectamente clasificadas, fue tirado a la basura sin contemplación para poder utilizar el armario en el que estaba, para guardar algo referente a ejercicios físicos”, escribió. Cuenta que jamás recibió ayuda oficial para sus estudios botánicos. Para 1920, calculaba que en su herbario tenía 10.000 especies de plantas. Hoy la Fundación que lleva su nombre, alberga su enorme legado y hasta conserva ejemplares de árboles plantados por él mismo y colecciones que él comenzó a forjar.
El Museo Histórico Dr Miguel Lillo y su Tiempo fue construido por la Comisión Asesora Vitalicia de la Fundación, cuyo presidente actual es Eduardo García Hamilton. La evolución de esta obra, tuvo dos etapas: la restauración de la casa en donde vivió Lillo y la instalación museográfica. La exposición abarca cinco salas, la Primera, recuerda a los naturalistas que, desde el siglo XVI, recorrieron nuestro territorio e investigaron la naturaleza, los habitantes y sus costumbres y dejaron crónicas, estudios y una valiosa cartografía. Llegaron a Tucumán Germán Burmeister y Amadeo Jacques, Federico Schickendantz e Inocencio Liberani, y fueron la inspiración de quienes se interesaron, posteriormente, en las Ciencias Naturales, entre ellos, el Dr. Miguel Lillo.
La Sala 2 recuerda que el presidente General Urquiza, después de Caseros (1852), promovió estudios sobre la Confederación Argentina para hacerla conocer en el mundo.
Otra de las salas está dedicada a lo que fuera su casa, con sus objetos personales y de estudio, mobiliario, fotografías y dos maquetas. Seguidamente otro espacio, recuerda su multifacética personalidad: el químico, el profesor, el científico, sus estudios e investigaciones así como su pasión por la fotografía, sus recuerdos de viajes. Entre sus trabajos se destaca, un inmenso mapa del Continente Americano que realizó a los 14 años.
Otra de las salas refleja su accionar y el de sus colaboradores tales como Rodolfo Schreiter y Abel Peirano, con el Museo de Historia Natural desde 1914 hasta su muerte.
Un lugar especial se dedicó a parte de su biblioteca privada, que llegó a contener más de 8.000 volúmenes con joyas bibliográficas que datan desde el siglo XVI.
Finalmente se exhibe lo que se denomina “los continuadores de Lillo”, donde se recuerda a la primera COMISION ASESORA VITALICIA, cuyos miembros por disposiciones testamentarias del sabio, velaron su legado. Allí se destacan los primeros grandes logros y publicaciones científicas emblemáticas de la Institución.
El gobernador de la Provincia de Tucumán, Dr. Juan Manzur que estuvo presente en la inauguración y afirmó “A 86 años de su fallecimiento, su obra hoy es más actual que nunca. Sus investigaciones están en nuestra provincia y en el mundo. Hoy ve la luz la historia natural de Tucumán y de los primeros científicos que estudiaron nuestra provincia”. “Tucumán da un paso más hacia adelante, con un nuevo faro cultural de nivel internacional. Un polo educativo y de atracción turística. Tenemos la sensación de un futuro virtuoso conociendo la historia de los tucumanos, a través del legado del gran sabio Miguel Lillo”.
Señor Presidente, el Dr. Miguel Lillo se ha destacado y ha trascendido por su trabajo científico-académico, convirtiéndose su ejemplo de vida y legado en un orgullo para los argentinos y en especial para los tucumanos, es por esto que solicito a mis pares acompañen con su aprobación el presente proyecto de Resolución.
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