Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...
Modificación. Ley 22.351 Parques Nacionales.
ARTÍCULO 1° — Modifíquese el artículo 2°, de la Ley 22.351 de Parques Nacionales, que quedará redactado de la siguiente forma:
Artículo 2° - Las tierras fiscales existentes en los Parques Nacionales y Monumentos Naturales, son del dominio público nacional. También tienen este carácter las comprendidas en las Reservas Nacionales, hasta tanto no sean desafectadas por la autoridad de aplicación.
a) Las tierras fiscales existentes en los Parques Nacionales y Monumentos Naturales, quedan excluidas de cualquier régimen de garantía, operación, transacción, avenencia, trato o arreglo financiero internacional, nacional, municipal o de cualquier índole, que pusiera en riesgo el dominio público nacional.
b) Declárase la inembargabilidad de las tierras fiscales existentes en los Parques Nacionales y Monumentos Naturales, que no podrán ser transferido bajo ningún título sea gratuito u oneroso.
ARTÍCULO 2° — De forma.-
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
Ante la posibilidad presente y futura que cualquier gobierno en situación de crisis se vea tentado a tomar deuda pública, poniendo cómo garantía los recursos naturales, aquellos que las Provincias han cedido a Nación con buena fe y con el criterio de “conservar en su estado natural, que sean representativas de una región fitozoogeográfica y tengan gran atractivo en bellezas escénicas o interés científico, las que serán mantenidas sin otras alteraciones que las necesarias para asegurar su control, la atención del visitante” tal como se desprende de la Ley de Parques Nacionales, sentimos que es una obligación moral y ética el resguardo y cuidado de nuestros Recursos Naturales.
No es sencillo batallar ante los grandes intereses financieros y políticos que buscan adueñarse de nuestros recursos, escasos en otras regiones del mundo, por medio de artilugios, fraudes y estafas que, muchas veces cuentan con la complicidad de los gobiernos débiles locales.
Es menester por ello, fortalecer el andamiaje legal de nuestro país con el fin de garantizar la integridad de una de nuestras mayores riquezas que contamos, como lo son nuestro Parques Nacionales y las Áreas Protegidas. Que además, debemos seguir incorporando territorio para alcanzar los estándares internacionales del porcentaje de tierras protegidas por parte de la Nación
En este sentido, con el objeto de resguardar nuestros Recursos Naturales, también garantizamos a las Provincias el noble fin que sus tierras serán protegidas y defendidas y no serán provecho de las especulaciones financieras que pudieran comprometerlas, cuando se decida la cesión de esas tierras para quedar bajo la órbita de la Administración de Parques Nacionales.
En nuestra historia tenemos antecedentes de pretendidas intenciones de vender, rematar o entregar nuestro patrimonio cultural o natural o ambas. Incluso se tuvo que emplear recursos ingeniosos para que no cumpla dicho vaticinio. El ejemplo concreto fue el que derivó en la promulgación de la Ley 25.427, en la que se declara el Palacio Haedo (sede de la Administración de Parques Nacionales) Monumento Histórico Nacional, en el que se deja constancia explícita la inembargabilidad del edificio, ya que las autoridades nacionales de ese entonces, habían manifestado el interés de deshacerse de dicho inmueble, con el fin de recaudar fondos y bajar déficits estatal.
La cita que expresa que la historia parece repetirse, primero como tragedia después como farsa, pero en este caso con mayor ímpetu y rabia, por lo que debemos construir los diques legislativos que regulen y contengan estos desbordes de entrega y sumisión a la que nos quieren someter desde los poderes financieros.
Debemos crear las condiciones necesarias para que esta generación y las que nos siguen, podamos gozar del disfrute y el aprovechamiento sustentable del territorio que nos tocó custodiar en este planeta. Es una misión profundamente humana que no podemos delegar como miembros y representantes del Estado Nacional. Somos respetuosos y coherentes, con el discurso político que patrocinamos y con las instituciones que encarnamos.
Por último, tratamos de establecer políticas de Estado que sean sustentables en el tiempo y posibiliten generar una cultura social del cuidado y la solidaridad con la naturaleza, reflejando en nuestra tarea legislativa aquello que la sociedad en su conjunto nos reclama.
Por estos motivos, les solicito a mis pares el acompañamiento de esta iniciativa.
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