Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Expresar nuestro dolor por la muerte de 30 migrantes, entre ellos niños, tras caer de una embarcación sobrecargada cerca de las costas de Libia, el 24 de mayo de 2017.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
Los migrantes eran parte de las entre 500 y 700 personas hacinadas en un barco de madera que navegaba a unas 20 millas náuticas de la costa de Zuara, 100 kilómetros al oeste de Trípoli, es decir, a unos 50 kilómetros de las costas libias, donde el bote se escoró y provocó que unas 200 personas cayeran al agua.
Esta tragedia se suma a los 1.254 muertos o desaparecidos en el Mediterráneo central, según un balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en tanto según datos del Ministerio del Interior de Italia, en 2017 han desembarcado en Italia 50.039 inmigrantes, un 46,16 % más que hace un año.
La gran mayoría de las miles de personas que realizaron la peligrosa travesía marítima hacia Europa a través del Mediterráneo huyen principalmente de los conflictos armados, la persecución. Como señala los informes de la ACNUR esto hace que la actual crisis en el Mediterráneo sea principalmente una crisis de refugiados.
El vacío de poder en Libia beneficia a los traficantes para poder operar con total libertad e impunidad, ofreciendo a los migrantes diferentes precios para diferentes tipos de barcos, desde barcos pesqueros aptos para navegar con sistemas de radar hasta lanchas inflables baratas con una base improvisada de madera.
Para los defensores de derechos humanos, ACNUR, e inclusive el Gobierno alemán, los migrantes no deben ser devueltos a Libia, donde sufren extorsiones, violencia, violaciones, torturas y asesinatos. Los inmigrantes detenidos a menudo acaban de nuevo en manos de traficantes después de ser liberados o incluso deportados. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la comunidad internacional debe actuar de inmediato para detener esta tendencia contra migrantes desesperados.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en el acto de celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial el 21 de marzo de 2017 declaró: “Muchas comunidades han abierto sus puertas y sus corazones a refugiados y migrantes… Hoy es el día para comprometernos a progresar en esa línea, a trabajar aún más para acortar las diferencias, combatir la intolerancia y proteger los derechos humanos de todos”.
Según lo expuesto, es que solicitamos la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
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