Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Declarar de interés de esta H. Cámara los actos conmemorativos referidos a la Batalla de Apóstoles, ocurrida el 2 de julio de 1817 en la localidad misionera homónima, entre el General Andrés Guacurarí y Artigas por las armas de la Patria y el Brigadeiro Francisco Das Chagas Santos por la Corona de Portugal, Brasil.
FUNDAMENTOS
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Señor presidente:
Estos fundamentos fueron redactados por el profesor Juan Manuel Sureda, presidente de la Asociación Civil Flor del Desierto, quien desde hace un tiempo viene trabajando para que este tipo de hechos históricos sean conocidos y reivindicados.
"La Corona de Portugal, Brasil y Algarves regida por Juan VI y Carlota Joaquina de Borbón, hermana ésta de Fernando VII Rey de España había solicitado al Gobierno de Buenos Aires sujección a la Corona Portuguesa en suerte de subrogancia por la ausencia forzosa del Rey de España. Sabido es que Buenos Aires no aceptó tal situación y de allí la apertura de hostilidades que no cesarían sino hasta la Batalla de Ituzaingó en 1827.
Los defensores eran por entonces las fuerzas artiguistas frente a los ejércitos que habían derrotado a Napoleón en Waterloo en junio de 1815. Tal disparidad de fuerzas solo podía contrabalancearse de algún modo con la bravura de los defensores patriotas y muy especialmente de las tropas guaraníes comandadas por Andrés Guacurarí y Artigas. Es en ese marco que debemos entender la importancia y la trascendencia de ese triunfo de las armas de la Patria.
Mientras José de San Martín salía de Cuyo el 17 de enero de 1817 iniciando el Cruce de los Andes, su pueblo natal Yapeyú había sido destruido cinco días antes por el Capitán José María Gama de las tropas de Chagas, conocido éste como el "Atila del Uruguay".
A las invasiones de los portugueses debemos sumar, cual pasos de baile, las correspondientes de los paraguayos liderados por el dictador Rodríguez de Francia. en ese año de 1817 asolaron los Pueblos misioneros de Candelaria, Santa Ana, Loreto, San Ignacio y Corpus asolando y matando a sus habitantes, algunos de los cuales lograron huir y en procesión fueron a fundar los Pueblos Refugio de Loreto y San Miguel, en las propiedades de la antigua Reducción de Trinidad, en la actualidad en la Provincia de Corrientes. De idéntica forma procedieron los pobladores del sur misionero quienes fundaron los Pueblos Refugio de San Roquito y Asunción de Cambay, éste último en las cercanías de Monte Caseros. Todos estos Pueblos refugio serían en las postrimerías de la resistencia misionera hasta su disolución en 1835, capitales de la misma según las circunstancias.
Dicho esto, comentaremos en apretada síntesis lo ocurrido aquel 2 de julio de 1817 en la vieja Reducción Jesuítica de Apóstoles. Los defensores, al ver la presencia de las fuerzas invasoras de Chagas formadas al oriente del Pueblo a orillas del arroyo Cuñamanó salen en temprana hora a atacarlos a media legua del poblado enarbolando bandera roja. Ello significaba que la guerra sería total y que no se tomarían prisioneros. No pudiendo quebrar los defensores la linea de la artillería invasora al cabo de dos horas se repliegan hacia el poblado. Se concentran en el amplio Colegio y la Iglesia. Las tropas de Chagas estaban compuestas por 200 Dragones del Regimiento de Río Pardo y unos 300 infantes del histórico Regimiento de Santa Catharina, sumados a los cuales algunos milicianos nativos eran como queda dicho, las principales, tropas veteranas en la lucha contra Napoleón. La fusilería funcionó a pleno y el combate se hizo palmo a palmo entre atacantes y defensores y como hacia las dos de la tarde la lucha no se definía por ninguno de los dos bandos en pugna. Hace entonces su aparición en escena Andrés Guacurarí y Artigas con 200 jinetes arribando desde la cercana San José en apoyo de los sitiados. Chagas encomienda a José María Gama con 120 Dragones para que contenga a la Caballería patriota y fueron arrollados por el empuje de los guaraníes comandados por su Jefe natural. Estando para entonces Chagas Santos herido en un hombro y viendo el curso de los acontecimientos que no le eran favorables mandó a retirar la tropa a una legua del poblado, sin visos de que fuera a volver. La Batalla se desarrolló en un día muy lluvioso y frío del invierno misionero lo que dificultó enormemente a ambos mandos el desarrollo de las acciones que intentaron. Las pérdidas humanas totalizaron 88 guaraníes
muertos (de ambos bandos), cuatro portugueses muertos y dieciséis heridos, entre ellos el propio Chagas. No pudo Chagas cumplir lo que había prometido al Marqués de La Laguna de "Llegar, Ver y Vencer" en esta invasión, solamente pudiendo "Llegar, Ver y Volver" al decir de los especialistas en el tema. Con esta brillante victoria y otras claves como la toma de la Guardia de San Fernando las armas de la Patria quedarían dueñas del espacio misionero entre el Paraná y el Uruguay, hacia fines de aquel año de 1817.
El brillante triunfo del Comandante Andresito permitió mantener como propio el territorio de la Mesopotamia Argentina en ese clave año de 1817 cuando el Libertador General José de San Martín cruzara Los Andes y librara la fundamental Batalla de Chacabuco el 12 de febrero, de todo lo cual también conmemoramos el Bicentenario.”
Por las razones expuestas solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de resolución.
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