La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su más profunda preocupación por la decisión ilegítima del gobierno venezolano de usurpar la titularidad del poder constituyente violando los requisitos impuestos por su propia Constitución.

Señor presidente:

La Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela fue conformada en manifiesta contradicción a la voluntad popular. No podemos aceptar como legítima una elección regida por preceptos contrarios a los principios democráticos reconocidos universalmente y los requisitos de la propia Constitución venezolana.

La decisión del Gobierno de Venezuela de usurpar la titularidad del poder constituyente demuestra la ausencia absoluta de la más elemental voluntad republicana, en la pretensión de generar las condiciones para una su perpetuación.

Un ejemplo explícito de este avasallamiento son las declaraciones que hiciera Maduro en un acto público donde aseguró que la Asamblea Constituyente, “tomará el poder en Venezuela en las próximas horas, levantará la inmunidad parlamentaria a quien haya que levantarla, actuará contra la burguesía parasitaria para solucionar la crisis económica y se hará con el mando de la Fiscalía para que haya justicia".

Con absoluta claridad, sus manifestaciones preanuncian un camino seguro hacia la profundización de la crisis, el recrudecimiento de la violencia y el inicio del tránsito hacia un régimen totalitario.

Nuestro país no está solo. Hasta el momento, 40 países democráticos desconocen los resultados de la ilegítima elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en Venezuela.

Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú, Paraguay, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda del Norte, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Portugal, República Checa, Inglaterra, Rumania, Suecia, España, Noruega y Suiza son los 40 países que no han reconocido la votación realizada por orden del presidente Nicolás Maduro.

Con un promedio de un muerto al día en cuatro meses de legítimos reclamos y la firme convicción del oficialismo de imponer sus ideas más allá de las reglas que establecen los regímenes democráticos, la escalada de violencia augura un futuro mucho más oscuro que profundizará aún más la dramática situación por la que atraviesa el pueblo venezolano, angustiado por la crisis humanitaria que se ve agravada por la escasez de alimentos y medicamentos.

Violencia, hambre y todo tipo de padecimientos son en definitiva las consecuencias de esta forma de ejercer el poder de manera autoritaria. Es imperiosamente necesario entonces, hacer público nuestro rechazo a la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente Venezolana y bregar por un llamado al diálogo para que cese la represión y se asegure el respeto de la voluntad del pueblo venezolano.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares el acompañamiento del presente proyecto.