Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Expresar beneplácito por el comunicado emitido por la Secretaría de Estado de la Santa Sede el día 04 de agosto de 2017 referido a la radicalización y agravamiento de la crisis en la República Bolivariana de Venezuela y por los pedidos que allí se formulan tendientes a garantizar el pleno respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, la abstención en el uso desproporcionado de la fuerza, la interrupción de toda iniciativa que fomente la tensión y el enfrentamiento interno, y la creación de condiciones para una solución negociada.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
El día 04 de agosto, la Secretaría de Estado de la Santa Sede emitió el siguiente comunicado en el que expresa su preocupación por el agravamiento de la crisis de Venezuela y los sufrimientos del pueblo venezolano, e insta a la suspensión de la Asamblea Nacional Constituyente que tuvo inicio en esa misma fecha:
“La Santa Sede manifiesta nuevamente su profunda preocupación por la radicalización y el agravamiento de la crisis en la República Bolivariana de Venezuela, por el aumento de los muertos, de los heridos y de los detenidos. El Santo Padre, directamente y a través de la Secretaría de Estado, sigue de cerca dicha situación y sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales. Asimismo, asegura su constante oración por el País y por todos los venezolanos, mientras invita a los fieles de todo el mundo a rezar intensamente por esta intención.
Al mismo tiempo, la Santa Sede pide a todos los actores políticos, y en particular al Gobierno:
- que se asegure el pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, como también de la vigente Constitución;
- se eviten o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente que, más que favorecer la reconciliación y la paz, fomentan un clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro;
- se creen las condiciones para una solución negociada de acuerdo con las indicaciones expresadas en la carta de la Secretaría de Estado del 1 de diciembre de 2016, teniendo en cuenta el grave sufrimiento del pueblo a causa de las dificultades para obtener alimentos y medicamentos, y por la falta de seguridad.
La Santa Sede dirige, finalmente, un apremiante llamamiento a toda la sociedad para que sea evitada toda forma de violencia, invitando, en particular, a las Fuerzas de seguridad a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza”.
El 27 de julio, la Presidencia de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), ya se había expresado en similar sentido mediante un comunicado en el que rechaza las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente por considerarlas inconstitucionales y dañinas para el pueblo venezolano, al tiempo que aboga por la interrupción de todo tipo de violencia e insta a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a recordar que su primera obligación es con el pueblo y la vida de los ciudadanos venezolanos.
Se calcula que sólo el 12% del electorado participó en las elecciones que tuvieron lugar el pasado 30 de julio, sin la presencia de observadores independientes ni cobertura de medios de comunicación, elecciones a las que más de 7 millones de venezolanos se opusieron en una consulta popular. Desde el mes de abril, hubo 140 muertos por violencia relacionada a actos políticos, se detuvo a 5.051 personas, mientras que cientos de venezolanos han abandonado su país.
Esta situación demanda el más firme compromiso de toda la comunidad internacional en defensa de la democracia, de los derechos humanos, las garantías y las libertades fundamentales del pueblo venezolano. Es por esta razón, que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.
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