Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar su más honda preocupación por el anuncio del Presidente de los Estados Unidos en referencia al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el traslado de la embajada de su país a dicha ciudad, lo que amenaza la paz y seguridad internacionales.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
Estados Unidos se ha convertido en el primer país del mundo que reconoce la ciudad de Jerusalén como capital del Estado de Israel. Así lo anunció el pasado 6 de diciembre de 2017 el presidente, Donald Trump, lo que se traduce en un movimiento que rompe con la política de la primera potencia mundial desde 1991, cuando George Bush lanzó en la Conferencia de Madrid un proceso de paz entre israelíes y palestinos contando con Estados Unidos como mediador. Trump también anunció que ha dado instrucciones para que se traslade la embajada de su país a Jerusalén. Es de destacar que ningún país tiene embajada en esa ciudad, la que en 1980 fuera declarada por el estado judío como su "capital eterna e indivisible".
Pocos actores a nivel internacional creen en un giro tan aséptico, ya que el reconocimiento alcanza la médula de las relaciones palestino-israelíes. Jerusalén no es solo una ciudad o una capital, es un símbolo. Reclamada por israelíes y palestinos, la comunidad internacional había soslayado el dilema edificando sus Embajadas en Tel Aviv y dando a esta tierra milenaria un estatuto más propio del limbo que de una nación desarrollada.
La decisión de Trump acaba con esta distancia y genera reacciones múltiples. Con este anuncio, impone un nuevo equilibrio de fuerzas.
En efecto, tras la decisión del presidente estadounidense Donald Trump, la Argentina difundió un comunicado al respecto. A través de Cancillería, el Gobierno expresó el "apoyo al régimen internacional de Jerusalén". Sin hacer mención directa al mandatario norteamericano, Cancillería remarca también que la "Argentina lamenta medidas unilaterales que pudieran modificar este estatuto especial".
El reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel va, además, en contra de la política seguida por la comunidad internacional, desde donde se oyeron numerosos llamamientos que intentaron evitar que Trump adoptara esa decisión, debido a su potencial desestabilizador en la región. Cabe destacar que la comunidad internacional no reconoce la ciudad como capital del Estado judío porque es una de las cuestiones más controvertidas del conflicto y espera que el futuro estatus de la ciudad se defina en negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Es de destacar que las bases que fundan el Estado de Israel reflejan que se trata de un estado democrático, que protege al pueblo judío. Es por esto que, como estado democrático también debe garantizar la coexistencia de derechos con todos los habitantes, sin importar religión, color, cultura ni orientación política.
Los palestinos quieren como capital de su futuro Estado la parte oriental de la ciudad, ocupada desde 1967 y posteriormente anexada por Israel. El Estado judío, por su parte, reclama la ciudad como su capital indivisible.
Así, el Gobierno argentino recordó su posición en favor de una solución de dos Estados conviviendo pacíficamente, en forma respetuosa, reconociendo las fronteras de 1967 y el estatus especial de Jerusalén de acuerdo a sucesivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En virtud de este comunicado y de las expresiones de toda la comunidad internacional, consideramos el anuncio del mandatario estadounidense como riesgoso y potencialmente conflictivo. Es por ello, que es nuestro deber como legisladores sentar posición sobre esta preocupante situación.
Por todo lo expuesto, solicito a mis pares, acompañen con sus votos el presente proyecto.
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