Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Su preocupación por la situación de escasez presupuestaria que están atravesando las Universidades Nacionales.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
El presente proyecto de declaración tiene el objeto de advertir acerca de la preocupante situación de escasez presupuestaria que están atravesando nuestras Universidades nacionales, en general y las Universidades patagónicas, en particular.
Durante lo que va del año 2016, hemos asistido a un sostenido nivel de inflación, que hasta las consultoras más conservadoras proyectan por arriba del 40% anual. También, el conjunto de la sociedad viene padeciendo un inaudito aumento de las tarifas de servicios públicos, de los cuales las Universidades Nacionales no han sido la excepción.
Si tenemos en cuenta que los gastos nacionales correspondientes al corriente año se rigen por el presupuesto 2015, el cual nunca pudo haber previsto los sensibles cambios en las principales variables macroeconómicas del país, rápidamente nos daremos cuenta que tales previsiones han quedado absolutamente desactualizadas, resultando insuficientes los recursos previamente planificados.
Es así que asistimos a una preocupante realidad donde muchas Universidades nacionales no tuvieron otra alternativa que afectar niveles extraordinarios de recursos para atender esos nuevos costos, lesionando partidas previamente pensadas para otras actividades. A esto debemos sumarle la sub-ejecución presupuestaria que se viene percibiendo en el Ministerio de Educación, lo cual termina de construir un panorama alarmante para el conjunto de las Universidades Nacionales.
Nótese, a su vez, que el aumento salarial de docentes y no docentes universitarios ni siquiera ha crecido en consonancia con la inflación del año en curso y mucho menos con los porcentuales de aumentos tarifarios.
Todo lo mencionado ha obligado a la mayoría de las Universidades a reajustar sus presupuestos para poder hacer frente, de manera precaria e insuficiente, sólo al funcionamiento cotidiano. Este es el caso de la Universidad Nacional del Comahue, que a la fecha viene recibiendo recursos a cuentagotas, con notoria sub-ejecución de partidas que de por sí ya son escuetas.
Sin ir más lejos, el día 28 de septiembre, dicha Universidad ha declarado la Emergencia Presupuestaria y Financiera, votada por unanimidad por su Consejo Superior. Esta medida se entiende en la necesidad de sanear un déficit de aproximadamente unos 25 millones de pesos, que se ha venido acumulando en función de priorizar el normal dictado de clases y pago de salarios en detrimento de otras partidas como extensión universitaria, investigación o ciencia y tecnología. Cabe aclarar que lamentablemente la Universidad del Comahue no es la única que se encuentra en estado de emergencia, sólo la mencionamos a modo ilustrativo.
Desdichadamente, nuestro país ya ha padecido las consecuencias del abandono presupuestario a nuestras Universidades Nacionales, motivo orgullo y reconocimiento internacional. Sin ir más lejos, las políticas neoliberales de los años noventa dañaron sensiblemente el normal funcionamiento de nuestras casas de estudio superiores, experimentando situaciones de constantes paros, condiciones laborales de extrema precariedad y nula contención y atención del alumnado. El colmo de la aplicación de ese tipo de políticas fue la lamentable propuesta del entonces efímero Ministro de Educación, Ricardo López Murphy, que planteó la idea de arancelar las Universidades de nuestro país. Mientras la Nación se desangraba pagando vergonzosas sumas en intereses de la deuda externa, las políticas neoliberales intentaban asestar un golpe a uno de los pilares más sólidos y significativos de nuestra Nación, como lo constituye el acceso a la Educación Superior, libre, laico y gratuito.
Se encienden signos de alarma porque asistimos hoy a políticas que nos recuerdan aquellos años oscuros. Por eso pensamos necesario que el conjunto de esta Honorable Cámara se expida en el tema. No podemos ser insensibles ante esta dramática situación. Mucho menos podemos esperar a peores consecuencias para reaccionar. Es aquí y ahora donde tenemos que advertir al Poder Ejecutivo y a la sociedad toda que debemos proteger el invaluable patrimonio argentino que constituyen nuestras Universidades Públicas Nacionales.
Para eso, no existe otra manera que no sea garantizar los recursos presupuestarios necesarios para el normal desarrollo y crecimiento de estos establecimientos. Nuestras Universidades no sólo dictan clases y forman a los futuros profesionales argentinos. También realizan investigaciones, se vinculan con la sociedad, trabajan conjuntamente con sectores de la economía, generan pensamiento y conocimiento científico, entre otras tantas actividades.
Por lo tanto, exigimos una reacción del Poder Ejecutivo en este tema. Así como ha demostrado celeridad y predisposición para atender las demandas de sectores agropecuarios y mineros, pretendemos que también considere como estratégico el desarrollo y crecimiento del conjunto de las Universidades Públicas Nacionales.
No queremos asistir al paulatino deterioro de la Educación Superior. Ya recorrimos ese triste sendero.
Por todo lo expuesto anteriormente, solicitamos el acompañamiento de los Señores Diputados.
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