La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés de la Honorable Cámara de Diputados la creación de la Reserva Natural “SAN PABLO” en el contexto de Área Protegida en la Provincia de Tucumán, el 14 de Septiembre de 2016.

Señor presidente:

El 14 de setiembre de este año, la Universidad de San Pablo-Tucumán, con motivo de la celebración del Bicentenario de la Declaración de la Independencia de nuestro país, inauguró la primera reserva natural a cargo de una Universidad privada del país. La misma ocupa un territorio de más de 900 hectáreas y se encuentra emplazada desde la Ruta Provincial 301, al Este, hasta la zona de Villa Nougués, al Oeste, en la zona sur de la Sierra de San Javier, uno de los puntos icónicos de la región correspondiente a las Yungas tucumanas

El principal objetivo de la creación esta reserva natural, es la de resguardar para actuales y futuras generaciones, un patrimonio biológico, paisajístico, cultural y arquitectónico de los faldeos de la Sierra de San Javier que se yerguen justamente en las inmediaciones de la USP-T

En 1986 se firmó la “carta de Otawa”, un documento de la OMS tendiente a la promoción de la salud pública. Bajo el título “la universidad como entorno promotor de la salud”, la USP-T desarrolló en el concepto de “universidad saludable”, donde el apartado ambiental constituye un punto central. Con esta visión se desarrolla la idea de inaugurar la primera reserva de una universidad de gestión privada del país, sumando un nuevo hito en la conservación de nuestros ecosistemas, para la Provincia, la región y el país.

Según los biólogos Pablo A. Quiroga y Juan Pablo Juliá, especialistas de la Universidad Nacional de Tucumán y este último además, consultor de Reserva San Pablo de la USP-T, la ubicación, al sur de la Sierra de San Javier contribuirá efectivamente a su preservación, que a la fecha carecía de la misma, esto le da una situación estratégica desde el punto de vista de la conservación de la yungas tucumanas, ya que esta Sierra, es un corredor prioritario que vincula a las yungas del sur de la Provincia con las Sierras de Medina, siendo un área clave para la conservación de numerosas especies animales y vegetales. Se encuentra dentro de un área prioritaria para la conservación de mamíferos y otras formas de vida, por ejemplo, recientemente se observaron ejemplares de tucán (Ramphastos toco), especie que hasta el 2010 se consideraba extinta en la Provincia. Todo esto reafirma su importancia y potencial como corredor biológico y conector de las Yungas de nuestra Provincia.

Tucumán tiene, una vasta red de áreas protegidas (provinciales, nacionales y universitarias), que resguardan principalmente la ecorregión de Yungas. Aunque esta red de áreas protegidas es proporcionalmente, una de las más amplias del país (unas 587.000 has, el 26% de la sup. de la Provincia), las reservas provinciales, que constituyen la mayor parte de la misma, adolecen en forma crónica de recursos para su cuidado y mantenimiento, lo que las transforma en verdaderas reservas de “papel”. No deja de ser un hecho lamentable, considerando que Tucumán es pionera en Argentina en la creación de áreas protegidas propias. En 1936, la Provincia crea la primera área protegida provincial: la reserva “La Florida”, a la que luego seguirían otras más. En 1978, la UNT crea el área protegida universitaria más grande del país el Parque Sierra de San Javier y en este año, la Universidad de San Pablo Tucumán, inauguró la primera reserva privada de la Provincia y del país.

La iniciativa privada de creación de la Reserva San Pablo, permitiría resguardar una parte importante de la extraordinaria diversidad de paisajes y su gran riqueza biológica de las Yungas, lo que le confieren un enorme potencial para el desarrollo del ecoturismo, e incluso pensar en la recuperación de especies extintas como el tapir. Por otro lado, las áreas protegidas privadas son fundamentales en toda estrategia futura de conservación, sobre todo en aquellos casos (como Argentina) donde la mayor parte de las tierras están en manos privadas. Es un deber del Estado, reconocer, fomentar y alentar este tipo de iniciativas privadas, uno de cuyos principales problemas es la falta de apoyo por parte de este.

Un área protegida, como la Reserva San Pablo, representa no solo a la protección de nuestro patrimonio, sino también una oportunidad de desarrollo científico, educativo y de extensión. Se convierte así en un aula a cielo abierto para las distintas carreras de la universidad de San Pablo y para la extensión universitaria al resto de la sociedad. Resulta también proveedora de importantes bienes y servicios ambientales, como captación y provisión de agua, captura de carbono y refugio de polinizadores y controles biológicos de plagas, asegurando la calidad del agua para las ciudades de San Pablo, Lules y Yerba Buena.

El año de la celebración del bicentenario de la declaración de la independencia de Argentina genera el marco apropiado para la creación de grandes obras que trasciendan en el tiempo y que brinden a la Patria, legados perdurables. Esta reserva constituye un legado permanente para todos los tucumanos que muestra el compromiso de la Universidad San Pablo Tucumán para con las generaciones futuras y para con la recuperación y restauración de nuestro patrimonio cultural y natural de allí la necesidad de declararla de interés de esta Honorable Cámara.