La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar pesar por el fallecimiento del ex-basquetbolista argentino Hugo Roque “Paco” Salas Araujo, acaecido el día 12 de octubre de 2016 en la ciudad de Goya, provincia de Corrientes.

Señor presidente:

Hugo Roque “Paco” Salas Araujo nació en Goya, provincia de Corrientes, el 2 de septiembre de 1938. Fue un basquetbolista que brilló a nivel nacional y que se distinguía por su entrega, su juego veloz y su efectividad como goleador.

Surgido de la Asociación Goyana de Atletismo (AGDA), donde debutó en primera división en 1955, se coronó cuatro veces campeón oficial de la ciudad entre 1958 y 1961. La consagración provincial llegó el domingo 19 de marzo de 1961 cuando, en Paso de los Libres, AGDA le ganó 55-52 al poderoso Alvear de la ciudad capital la final del Campeonato de Clubes Campeones de la Provincia de Corrientes. Aquel equipo de Alvear contaba en sus filas nada menos que con el gran “Pilú” Gómez, toda una institución en el básquetbol correntino. Esa noche, en la cancha al aire libre del Club Sportivo Barraca, alcanzarlo a “Paco” resultó prácticamente imposible.

Durante 1962, Araujo tuvo un breve paso en el Club de Regatas Corrientes, el mismo que hoy compite en la Liga Nacional. Allí fue compañero de José Antonio “Toño” Arriola, los legendarios hermanos Juan Ramón “Moncho” y Raúl Manuel Cattáneo y Raúl Eduardo “Coco” Stegelman. En la temporada siguiente, “Carlucho” Lutringer, el conocido internacional chaqueño, le sugirió que fuera a Racing, que estaba armando un nuevo equipo y que allí podría tener posibilidades”. Araujo escuchó el consejo y al año siguiente se incorporó al club que por aquel entonces dirigía Leopoldo Contarbio.

Hay una anécdota de su primera final jugada con la camiseta académica que está ligada, precisamente, a su rapidez para jugar. Año 1963, el Racing Club enfrentaba al Círculo Urquiza de “Puchi” Mariani por el título de la Liga Porteña. Cuenta “Paco” Araujo: “El partido era en el Luna Park que, por lo grande, se parecía más a una cancha de fútbol. “Ricardo Alix me llamó y me pidió: ‘Vos dispará nomás, corré para adelante, que la pelota te va a llegar. No te hagas poblemas. No te van a poder agarrar, porque son más pesados y lentos que vos. Yo me arreglo con el pase. Así fue. Ganamos por 10 puntos’.”

Néstor Hernán Delguy, el “Nene” de Boca Juniors, fue rival, compañero y mantenía una amistad fuera de la cancha con “Paco” Araujo, compartiendo encuentros y cenas después de los partidos. Así lo evocó: “Como jugador era muy rápido para el contragolpe, con mucha explosión y buen cambio de ritmo. Lo fundamental era su velocidad. Como compañero de equipo, muy solidario, luchador y sin egoísmos. Como rival, una vez que arrancaba, era inalcanzable, súper rápido en el contraataque y en la ofensiva fija tenía muy buenos fundamentos, era muy criterioso, dando buenas asistencias, defendiendo. Incansable siempre”.

“Paco” Salas Araujo jugó siete Campeonatos Argentinos en total. Los tres primeros fueron por Corrientes, su federación de origen: se clasificó sexto en Posadas 1962, quinto en Mendoza 1963 y duodécimo en San Juan 1965. En los otros cuatro torneos representó consecutivamente a Capital Federal, siempre dirigido por Leopoldo “Pichón” Contarbio: fue tercero en Santiago del Estero 1968, segundo en San Luis 1969 y Catamarca 1970 -enfrentando en ambas finales al múltiple campeón de la época: el Provincia de Buenos Aires de Fruet, Cabrera y De Lizaso- y quinto en Corrientes 1971.

En Racing Club permaneció hasta 1974, siendo cuatro veces campeón oficial: en 1963, 1966, 1967 y 1972. También participó en las dos giras que el equipo “académico” realizó por Europa en 1964 y 1966. En una de esas oportunidades, fue recibido por el General Juan Domingo Perón en su residencia de Puerta de Hierro. Ya en 1975, Araujo tuvo un paso muy fugaz por Defensores de Santos Lugares. Recién ahí, con dos décadas de su trayectoria en Primera División, decidió ponerle punto final a su carrera. El 12 de octubre de 2016 falleció en Goya, su ciudad natal, luego de luchar incansablemente durante varios años contra una cruel enfermedad.