Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...
El Senado y Cámara de Diputados sancionan con fuerza de ley:
Artículo 1º- Instituyese el día 8 de Julio de cada año como el "Día Nacional de la Convivencia Deportiva”.
Artículo 2º- A efectos de la conmemoración del Día Nacional instituido por el artículo anterior, el Ministerio de Deporte de la Nación y las autoridades correspondientes de las distintas jurisdicciones en el marco del mismo, acordarán la inclusión en los respectivos calendarios de una jornada alusiva con el fin de procurar la importancia de la difusión de la misma.
Artículo 3º- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
El siguiente proyecto tiene como objetivo establecer un día específico para concientizar a la población sobre la tolerancia deportivo - lúdica y dar difusión sobre los auténticos valores que genera el deporte en todas sus expresiones. Entendemos que el deporte es generador de beneficios de índole física, mental, psicológica y social. El ejercicio físico mejora la función mental, la autonomía, la memoria, la rapidez, la “imagen corporal” y la sensación de bienestar, se produce una estabilidad en la personalidad caracterizada por el optimismo, la euforia y la flexibilidad mental. En el V Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria se ha destacado la importancia de la realización de actividades deportivas para el desarrollo físico, psíquico y social. Además, el deporte tiene una gran influencia en la prevención de muchas enfermedades como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
Pero por sobre cualquier otra cuestión específica quisiéramos centrarnos en la representación social que tiene el deporte para la vida de social de los actores sociales. Investigaciones recientes han determinado que el deporte:
• Aumenta la sensación de bienestar y disminuye el estrés mental. Se produce liberación de endorfinas, sustancias del propio organismo con estructura química similar a morfina, que favorecen el ”sentirse bien”.
• Disminuye el grado de agresividad, ira, ansiedad, angustia y depresión.
• Disminuye la sensación de fatiga en los actores sociales. Le da más energía y capacidad de trabajo a los mismos.
El deporte es un vehículo transmisor de valores sociales, algo bueno para la educación de los actores sociales de todas las edades.
“El hombre, si no quiere dejar de ser hombre, debe alimentar valores, recuperar los perdidos o avizorar otros nuevos, debe buscar en los mismos hábitos de la sociedad cuanto de aprovechable y valorizador pueda sacar de ellos”. Sentencia el famoso filósofo del deporte Cagigal.
Esta claro, de que uno de lo mayores problemas a los que se enfrenta cualquier persona que trabaja con niños y jóvenes en actividades deportivas, no son sólo los componentes teórico-prácticos, sino además, aquellos elementos referidos a una educación en un sistema de actitudes. Considerando al discente como una persona total, global, y no un abigarrado de conocimientos, hace que se reoriente su tradicional sentido de la información atenuándolo, en beneficio de aquel que todos consideramos como fiel reflejo de la naturaleza humana: la formación integral. El docente, el instructor, y hasta su propia familia se convierten en educadores, esto supone asumir una serie de responsabilidades en cuanto a su educación de valores se refiere, aunque sea una responsabilidad compartida.
La práctica deportiva en cualquiera de sus manifestaciones aparece general asociada a valores y actitudes como la cooperación, el diálogo, el respeto, la responsabilidad, la sinceridad o la creatividad. Este es argumento suficiente para que la práctica deportiva goce de presencia destacable en muchas de las actividades que se desarrollan con el objetivo de contribuir al proceso educativo de los Actores Sociales.
A través de la práctica físico-deportiva, tenemos la posibilidad de reproducir implícitamente valores de la sociedad en la que vivimos, por ejemplo, podemos promover una educación de la conciencia colectiva la participación y la convivencia pacífica. Los valores a los que hacemos referencia y a los que impulsamos son principios o criterios que definen lo que es bueno o malo, por lo que acaban influyendo poderosamente en la conducta de los miembros del grupo social (García Ferrando; 1996) o como Kuluckholn, (1951) quien define los valores como concepciones o criterios de lo deseable, y que proveen la base para seleccionar entre alternativas de pensamientos, sentimientos y acciones.
Los valores sociales se manifiestan en guías de comportamiento específico, a las que se denomina normas. Ambos están estrechamente relacionados, pues los valores no pueden manifestarse sin normas de conducta que los enmarquen y que tienen que ser aceptadas por una parte o por la totalidad de los miembros del grupo. Las normas son valores que las personas interiorizan en algún momento durante el proceso de socialización y desarrollo, y es por ello, en consecuencia, que se pueden definir como reglas para comportarse de un modo determinado. Precisamente del estudio de las normas que rigen los distintos tipos de comportamientos deportivos, se pueden deducir los valores que tienen los practicantes y todos aquellos que impulsan un tipo u otro de comportamiento.
La mayoría de los autores coinciden en que las actitudes y los valores son adquiridos a través de los procesos de sociabilización, y denotan la identificación con las normas sociales y el marco cultural de una comunidad determinada. En concreto, la cultura, la tradición, la sociedad y la personalidad son los principales antecedentes de los valores, siendo las actitudes y la conducta los consecuentes más relevantes.
Escribir sobre valores en nuestra sociedad globalizada, caracterizada esta por ser eminentemente competitiva y materialista, parece quizá una idea poco original y sobre todo, no exenta de riesgo. Los modelos sociales dominantes acaparan la atención sobre esquemas que priorizan más el individualismo que el bien común, el poder y el prestigio, más que la solidaridad y la igualdad, sin embargo el desafío de cambiar este tipo de modelos arquetípicos es lo que no motiva a llevar adelante el siguiente proyecto. Se puede cambiar justamente haciendo hincapié en esos valores que, aunque relegados, no están perdidos.
La palabra convivencia representa ante todo la idea de vivir la vida acompañado de otros, de coexistir de manera pacífica pero ante todo de tolerar, y, por su parte, ninguna de estas representaciones elimina o minoriza el significado de la palabra competencia, entendiendo a esta, como un saber hacer en situaciones concretas que requieren de una la aplicación creativa, flexible y responsable de conocimientos, habilidades y actitudes/aptitudes. En el ámbito del deporte o de lo lúdico se hace referencia a la preparación idónea para realizar su actividad. Por extensión, al evaluar objetivamente la competencia práctica en el dominio que demuestra uno o varios actores sociales se trata de una competición.
Luego de haber definido los conceptos de manera clara pasamos a explicar el hecho de la elección del día 8 de Julio. Un día como ese, allá por 1928, nacía en Rosario Don Ángel Tulio Zof. Don Ángel o El Viejo, simple y amorosamente, fue un destacado jugador y entrenador de futbol. Con tres títulos oficiales logrados, es el entrenador de Rosario Central más ganador en la Era profesional de AFA, y es el que más partidos dirigió al club de Arroyito, con 608 encuentros. En 1964, los dirigentes del Club Atlético Independiente de Bigand le ofrecieron el puesto de entrenador. Como resultado, sacó al equipo campeón de la Copa de Oro de la provincia de Santa Fe, derrotando en la final a Unión. Ese fue el trampolín para el inicio de una carrera de más de 40 años en el banco.
Paradójicamente, su debut oficial en la Primera División de Argentina se dio en la “vereda de enfrente”; el 13 de junio de 1965 se hace cargo de la Dirección Técnica de Newell's Old Boys; el clásico rival de Central con quien disputa desde 1905 el Derby Rosarino. Fue director técnico del club por 3 años: entre 1965 y 1967, y en 1969. En total dirigió 97 cotejos para el rojinegro.
Luego de dejar Newell's, Zof pasó a dirigir a Los Andes. Hasta que llegó el día y su debut como DT de Central se produjo el 21 de junio de 1970; cuando por la décima sexta fecha del Metropolitano de ese año Central le ganó a Huracán en Rosario 2 a 1. En su primer desafío con Rosario Central, logró el subcampeonato en el Nacional de 1970 y la clasificación a la Copa Libertadores. de Primera División en 1971.
A poco de dejar Central, se hizo cargo de Atlanta. El Bohemio. Dirigiría también con gran éxito a Atlético Ledesma de Jujuy. En 1979 volvería a dirigir a Central armando un equipo exitoso que sería conocido como la “Sinfónica”. En 1980 se coronó campeón por primera vez defendiendo el banco “Canaya”. En 1986/87 repetirí En su 7º etapa como DT, en 1995, le daría a Central su primer título internacional: La Copa Conmebol.
A pesar de sus años, y de su identificación con Rosario Central, fue convocado en el año 2011 por el otro gran maestro de divisiones inferiores, Jorge Bernardo Griffa, para aportar asesoramiento y capacitación a profesores y futbolistas de su club, la Asociación Atlética Jorge B. Griffa, como así también en la captación de nuevos valores. Estuvo en funciones durante casi un año, hasta que tuvo que dejar el cargo por problemas de salud, retirándose definitivamente de la actividad futbolística.
Ángel Zof fue cultor de un fútbol jugado a partir del respeto al balón; su filosofía era practicar un juego ofensivo. Entendía que más allá del dibujo táctico, lo importante eran las características de cada futbolista. Sus dirigidos destacan su simpleza para transmitir conceptos y su gran capacidad para quitarles presión. Roberto Fontanarrosa, otro destacado rosarino define al Viejo de la siguiente forma: “como esas amas de casa que, con dos pesos, mandan a los chicos a la escuela, les compran delantales, pagan la luz, pagan el gas, compran la comida y todavía se arreglan para que les sobren unos centavos para hacerle un regalo a alguna vecina”
Tras tantos años de trabajo, en Rosario lo premiaron con el título de "Ciudadano Ilustre", el 21 de abril de 2005. El acto se llevó a cabo ante un recinto colmado de público en el Concejo Municipal de Rosario.
El 24 de agosto de 2007 fue condecorado como Mayor Notable de la Nación por el Congreso de la Nación Argentina, nominado por el entonces diputado nacional Eduardo Di Pollina. Fue distinguido junto a Antonio Carrizo, Leopoldo Federico y Jorge Edgar Leal.
En 2008 fue distinguido por el Ministerio de Educación de la Nación como Maestro de la Vida, reconocimiento que recibió junto al educador Ovide Menin.
En 2014 recibió el título de Adulto Mayor Destacado por parte de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe.
En noviembre de 2013, se publicó su biografía, escrita por el periodista Guillermo Ferretti.
“Hasta me saludan los hinchas de Newell's, con los que me llevo muy bien. Incluso, cuando vine del extranjero, fue al primer club que dirigí”… Amado y querido por los hinchas de Central y muy respetado por los simpatizantes de Newell’s, Don Ángel es un símbolo que no se puede dejar de lado: los colores pueden ser diferentes pero el honor y el respeto no se negocian. Señaló el diario La Capital el día de su partida física: “Es, fue, uno de los pocos personajes de la ciudad, sino el único, que pudo darse el lujo de caminar por las calles sin sufrir el acoso de los hinchas o simpatizantes de Newell’s siendo uno de los principales referentes de la historia canalla. Ni siquiera su ingreso a la cancha en un clásico era tomado como el primer brote de euforia típico de un partido pasional e incomparable. Toda una rareza para los tiempos de intolerancia que se viven”.
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos ha consagrado como principios básicos la dignidad humana y la igualdad entre los Seres Humanos, los cuales presuponen la obligación por parte de los Estados de adoptar medidas específicas en relación con los derechos de los individuos y grupos de individuos que se encuentran en especial situación de vulnerabilidad, tales como aquellas personas víctimas de discriminación racial.
En este contexto, el 5 de junio de 2013 la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos ha adoptado la CONVENCIÓN INTERAMERICANA CONTRA EL RACISMO, LA DISCRIMINACIÓN RACIAL Y FORMAS CONEXAS DE INTOLERANCIA, la cual ha sido firmada por la República Argentina el día 6 de junio de aquel año.
En el artículo primero, se consagra la definición de Discriminación Racial, cuya amplia redacción se ajusta no sólo a nuestra actual Ley Nacional Nº 23.592, sino también a los estándares internacionales establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Tal como se consigna en el artículo tercero del mencionado instrumento, el ser humano tiene el derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección, en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales consagrados en sus leyes nacionales y en el derecho internacional aplicables. Es así como mencionado precepto, se complementa con el artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional a través del cual se consagra no sólo la facultad de este Honorable Congreso de aprobar los tratados concluidos con las naciones extranjeras, sino que también otorga jerarquía constitucional a instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos, los que en sus distintas expresiones consagran la necesidad de reconocer el principio de igualdad y no discriminación en cabeza de todos los individuos bajo la jurisdicción de los Estados Partes.
Las consideraciones precedentemente expuestas buscan propiciar el pleno goce y ejercicio de los derechos humanos en la República Argentina, en virtud de los compromisos internacionales adoptados.
Estimados pares: ante la realidad violenta que se nos presenta día tras día creemos y apostamos a que grandes hombres en sus rubros de profesión pueden servir de estímulo para trabajar en pos de eliminar la violencia, la discriminación y el odio. Independiente y Racing, River y Boca, Belgrano y Talleres, sólo para mencionar algunos ejemplos dentro del futbol, pero el espíritu de esta ley es abarcar toda expresión deportiva o lúdica que se desarrolle en nuestra Nación. Nuestra tarea es trabajar y hacer entender a partir de valores que uno, sin la existencia de otro, no existe, y que podemos ser adversarios en muchos ámbitos de la vida de relación, pero jamás enemigos.
Es por todo lo expuesto que pido a mis pares acompañen el siguiente proyecto de Ley.
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