La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar repudio e indignación por la discriminación sufrida por Esteban Loguzzo Capiz quien se encontraba en el Rosedal de Palermo con sus padres, su acompañante terapéutica y su perra de asistencia, que forma parte de su terapia desde hace cuatro años y que resulta fundamental para su tratamiento así como también a efectos de ampliar sus posibilidades de socialización, extendiendo los vínculos primarios.

Señor presidente:

El episodio ocurrió el domingo 25 de Septiembre, a las 17 hrs aproximadamente en el parque ubicado en el barrio porteño de Palermo, donde Esteban Loguzzo Capiz se encontraba con sus padres, su acompañante terapéutica y su perra de asistencia, que forma parte de su terapia desde hace cuatro años y que resulta fundamental para su tratamiento así como también a efectos de ampliar sus posibilidades de socialización, extendiendo los vínculos primarios. “La perra no es una perra guía, pero sí forma parte de su terapia”, aclaró su madre en diferentes medios de comunicación.

La presencia del animal no fue autorizada por los guardias del parque que -tras tres intentos- terminaron echando a la familia, lo cual quedo demostrado en un video que subió luego a las redes sociales, donde se la ve plácidamente sentada en un banco, hasta que es increpada por los efectivos de seguridad que finalmente la desplazaron del lugar con el argumento de que el espacio “no es publico sino que esta tercerizado” y que no podía permanecer allí toda vez que no estaba permitido el ingreso de animales.

Esteban padece de un retrasó madurativo y como sociedad no podemos permitir que situaciones ocurra en nuestra Argentina.

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada en el año 2006, define así la discapacidad:

“Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, éstas puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad y en igualdad de condiciones con las demás.”

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), adoptada en 1989, es el primer tratado internacional que incluye una referencia específica a la discapacidad; el Artículo 2 se refiere a la no discriminación de los niños con discapacidad. Del mismo modo, existe otro artículo, el Artículo 23, consagrado por completo a este mismo asunto:

“Los Estados Partes reconocen que el niño mental o físicamente impedido deberá disfrutar de una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, le permitan llegar a valerse por sí mismo y faciliten la participación activa del menor en la comunidad.” (art. 23 CDN)

Los niños con discapacidad son iguales al resto de niños. De acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), los menores con discapacidad poseen los mismos derechos que cualquier otro niño.

Además del derecho a la no discriminación previamente mencionado, es necesario destacar que los niños con discapacidad deben disfrutar de los derechos garantizados por la Convención.

. Es por lo expuesto que deseamos el acompañamiento de los señores diputados y diputadas a este proyecto.