Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1º- Institúyese el día 14 de junio de cada año como el “Día Nacional del Antropólogo Social”.
Artículo 2º- A efectos de la conmemoración del Día Nacional instituido por el artículo anterior, los Ministerios de Educación y de Cultura de la Nación, y las autoridades correspondientes de las distintas jurisdicciones en el marco de la misma, acordarán la inclusión en los respectivos calendarios de una jornada alusiva y actividades relacionadas con el fin de procurar la difusión de esta disciplina.
Artículo 3º- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
La antropología es la ciencia que se encarga de estudiar al ser humano de una forma integral. Para abarcar la materia de su estudio, la antropología recurre a herramientas y conocimientos producidos tanto por las ciencias sociales como por las ciencias naturales. El objetivo de la disciplina antropológica es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas esferas, intentando abarcar tanto las estructuras sociales de la actualidad, la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que han desaparecido y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad.
Las facetas diversas del ser humano, o actores sociales como se los denomina desde la propia ciencia, implicaron una especialización de los campos de la Antropología. Cada uno de los campos de estudio de los actores sociales implicó el desarrollo de disciplinas que actualmente son consideradas como ciencias independientes, aunque mantienen constante diálogo entre ellas. Se trata de la Antropología Física, la Arqueología, la Etno-Lingüística y la Antropología Social. Con mucha frecuencia, el término Antropología solo se aplica a esta última, que a su vez se ha diversificado en numerosas ramas (salud, religión, arte, política, DD.HH., economía, etc.), dependiendo de la orientación teórica, la materia de su estudio o bien, como resultado de la interacción entre la Antropología social y otras disciplinas.
La antropología se constituyó como disciplina independiente durante la segunda mitad del siglo XIX. Uno de los factores que favoreció su aparición fue la difusión de la teoría de la evolución, que en el campo de los estudios sobre la sociedad dio origen al evolucionismo social, entre cuyos principales autores se encuentra Herbert Spencer. Los primeros antropólogos pensaban que así como las especies evolucionaban de organismos sencillos a otros más complejos, las sociedades y las culturas de los humanos debían seguir el mismo proceso de evolución hasta producir estructuras complejas como su propia sociedad. Varios de los antropólogos pioneros eran abogados de profesión, de modo que las cuestiones jurídicas aparecieron frecuentemente como tema central de sus obras. A esta época corresponde el descubrimiento de los sistemas de parentesco por parte de Lewis Henry Morgan.
Desde el final del siglo XIX el enfoque adoptado por los primeros antropólogos fue puesto en tela de juicio por las siguientes generaciones. Después de la crítica de Franz Boas a la antropología evolucionista del siglo XIX, la mayor parte de las teorías producidas por los antropólogos de la primera generación se considera obsoleta. A partir de entonces, la Antropología vio la aparición de varias corrientes durante el siglo XIX y el XXI, entre ellas las escuelas culturalistas de Estados Unidos, la estructuralista francesa, la Antropológica marxista, la procesualista, la indigenista, la Funcionalista inglesa, la Hermeneútica o Interpretativa, la Postmoderna, etc.
La antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al hombre en el marco de la sociedad y cultura a las que pertenece (ethos cultural), y, al mismo tiempo, como producto de éstas. Se le puede definir como la ciencia que se ocupa de estudiar el origen y desarrollo de toda la gama de la variabilidad humana y los modos de comportamientos sociales a través del tiempo y el espacio (matiz sincrónico – diacrónico); es decir, del proceso biosocial de la existencia de la especie humana.
Nuestro país ha tenido y tiene destacados antropólogos que mucho han aportado y aportan a la ciencia en el campo específico de lo sociocultural, podríamos mencionar a Sonia Leguizamón, Eduardo Archetti, Carmen Guarini, Edgardo Garbulsky, Esther Hermitte, Carlos Reynoso, Elena Achilli, María Dolores Juliano, pero para conmemorar este día hemos elegido la fecha de nacimiento del Licenciado Buenaventura Terán, antropólogo y etnógrafo (descriptor de pueblos y culturas) rosarino nacido el 14 de julio de 1946. El “Tura”, como era popularmente conocido, murió prematuramente en medio de su plenitud intelectual. “Petiso, inquieto, jovial, buenazo, sencillo como un paisano, de ojos vivaces a pícaros, era una usina de relatos apasionantes, muchas veces narrados en voz baja, como compartiendo secretos. Así, recreaba lo que los qom, los wichi o los pilagá compartían con él y en su lengua, porque él las había aprendido todas” como perfectamente lo describe su amigo Claudio Bertonatti.
De ese modo, trabajó intensamente, publicando artículos y libros, dando charlas y conferencias para que no se perdieran esos saberes, esas cosmovisiones, como gustaba definirlas. Un día le preguntaron "Tura, ¿cómo hay que llamarlos: aborígenes, indígenas, indios, originarios?" Y Buenaventura respondió con su sencilla sabiduría: 'lo importante no es qué palabra usemos, sino cómo la decimos'. Nos dejó silenciosos y meditabundos."
Autor de textos imposibles de obviar para los que practican esta disciplina: “El ciclo de Tokjuaj: y otros mitos de los wichí”, “Lo que cuentan los Tobas” (Una selección de la casi desconocida narrativa de este grupo étnico que habita Argentina y Paraguay. Realizada por Terán durante quince años. Las versiones fueron recogidas directamente de la oralidad en la lengua nativa y luego traducidas al castellano), “La visión del Kiyok en el mundo Toba”, “Nombrar, clasificar, explicar. Interacciones de las etnoclasificaciones y la mitología”, “Textos mitológicos tobas”, “El dueño de los carpinchos” entre otros, Buenaventura Terán ha sido un ejemplo claro de lo que debe hacer un trabajador de campo, un etnógrafo. Muy especial y espontáneo; como docente no acostumbraba a tomar lista, decía que eso lo hacía viendo la participación en clases. Crítico, espontáneo, rompedor de estructuras y fiel consejero en el campo del estudio y de la vida, como hizo un día con uno de sus discípulos: “Mandinga, dale para adelante con tu tema, pero recordá siempre que con el coludo y con los muertos no se juega”… Un intérprete de la vida, un lector de los fenómenos socioculturales, un apasionado de la ciencia.
Por todo lo expuesto y por los aportes que todavía la ciencia antropológica puede darle al desarrollo y a la investigación de los fenómenos socioculturales de nuestra Nación es que pido a mis pares que acompañen el siguiente proyecto de Ley.
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