Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1º.- Incorporase al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación al género musical Tonada Cuyana. Comprendiendo todas las manifestaciones artísticas, tales como música, letra representaciones de otras disciplinas que propendan a la difusión, investigación y promoción de la Tonada Cuyana. Igualmente toda documentación, objeto, actividades y lugares que guarden relación específica con sus expresiones, inclusive la edición literaria, musical, audiovisual o cualquier otro soporte técnico.
Artículo 2º.- Institúyase en el ámbito del Ministerio de Cultura de la Nación la distinción anual "Mención de Honor Tonada Cuyana", la que será otorgada a personas físicas o jurídicas, en reconocimiento a su obra, trayectoria y contribución en las categorías: labor creativa en música y letra del género musical “Tonada Cuyana”, así como también a la labor investigativa, de preservación del acervo y su difusión. La Mención de Honor consistirá en la entrega de un Diploma y una Medalla alegórica.
Artículo 3°.- Institúyase en el ámbito del Ministerio de Cultura de la Nación una Distinción Honorifica Anual que llevará el nombre de “Félix Dardo Palorma, José Adimanto Zavala y Viviana Castro”, destinada a premiar la trayectoria y aportes de cantores, cantoras, compositores y compositoras de tonadas cuyanas. La Distinción Honorífica consistirá en la entrega de un Diploma y una Medalla alegórica.
Artículo 4º.- El Ministerio de Cultura de la Nación en conjunto con la Academia Nacional del Folklore instituida por Ley N° 26.943 será la autoridad de aplicación que determinará los criterios de selección y la elección de los merecedores a la Mención de Honor y la Distinción Anual instituida por los artículos 2°y 3° de la presente Ley.
Artículo 5º. Institúyase la fecha del 19 de enero de cada año como el "Día Nacional de la Tonada Cuyana", en memoria del periodista, músico, compositor folklórico, poeta, libretista y conductor de radio y político argentino Eusebio Jesus Dojorti, conocido como Don Buenaventura Luna, en el día de su natalicio.
Artículo 6º. La fecha mencionada en el artículo precedente queda incorporada al calendario de actos y conmemoraciones oficiales de la Nación.
Artículo 7º.- Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley, serán atendidos con fondos que asigne anualmente el Presupuesto Nacional al Ministerio de Cultura de la Nación.
Artículo 8º.-Comuníquese al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
El artículo 41 de nuestra Constitución Nacional establece que “las autoridades proveerán a… la preservación del patrimonio… cultural”. El presente proyecto de ley recorre el camino que nos marca la letra mayor de nuestro ordenamiento jurídico-organizativo al proponer el reconocimiento de la Tonada Cuyana como genuina expresión cultural que identifica a los habitantes de las provincias de San Luis, Mendoza y San Juan.
Expresión popular de sentimientos profundos, la tonada, su poesía, su música, su canto y la forma en que se socializa imprimen un sello característico que permite reconocer en ella rasgos identitarios de la cuyanía que enriquecen el acervo cultural argentino.
La ley 26.305 aprobó la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, adoptada en Paris - República Francesa, en el marco de la Conferencia de ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, En el instrumento los estados miembros de la Organización declaran que "la diversidad cultural es una característica esencial de la humanidad", en ella se sostiene que las distintas expresiones culturales de las comunidades, los pueblos y las naciones, son uno de sus principales motores del desarrollo sostenible.
La Convención define a la diversidad cultural como la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos y las sociedades. Su contenido se refiere "al sentido simbólico, la dimensión artística y los valores culturales que emanan de las identidades culturales o las expresan". El Patrimonio Cultural es uno solo pero para una mejor comprensión, estudio y protección de los elementos que lo componen existe consenso en dividirlo en dos tipos, material o tangible e intangible o inmaterial.
Las expresiones del patrimonio inmaterial que conforman el universo de la cultura, como la lengua, la música, la danza, las tradiciones, los mitos, los cancioneros, las leyendas, los mitos, perduran en el tiempo y, a la vez, se transforman a través de procesos evolutivos dinámicos. No siempre la historia encuentra un final feliz, pues pueden desaparecer por el influjo de variados elementos que interfieren en el desarrollo cultural de los pueblos. El compromiso que, como Estado, hemos asumido plantea la necesidad de que se adopten las medidas que sean indispensables para proteger esta diversidad, "especialmente en situaciones en las que las expresiones culturales pueden correr peligro de extinción o de grave menoscabo".
La música, la poesía, el canto popular como productos socio-culturales tienen una función identitaria, al ser reflejos de una cultura concreta y un instrumento identificador válido para los seres humanos, que se caracteriza por ser permeable y flexible en un mundo cada día más globalizado, que ha ido borrando rostros y rasgos individualizantes.
El día 5 de julio de 2006 este Congreso de la Nación sancionó la Ley 26.118 por el que se aprobó la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, ratificación legislativa de la voluntad del Estado
Argentino de adherir al citado instrumento internacional. Con el respaldo de esta norma jurídica –y las que mencionamos más arriba- presentamos este proyecto de Ley que propone incorporar a la tonada cuyana al Patrimonio Cultural Inmaterial de nuestro país, en el entendimiento de que es una de las expresiones culturales de nuestro pueblo, y que a través de esta manifestación artística toda la región testimonia tradición y costumbres tributando así al acervo cultural de la nación y nuestra identidad nacional.
En el citado documento internacional la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dejó establecido que “se entiende por patrimonio cultural inmaterial (PCI) los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se trasmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana”. El texto reconoce la continuidad a través del tiempo de artes y técnicas que, consolidando sus patrones culturales, trascienden las generaciones acuñando rasgos identitarios que identifican a los miembros de las comunidades que nutren y de las que se nutren.
Los autores de este proyecto de ley consideramos que los géneros musicales que nacen y perduran en el seno de una comunidad subnacional lejos de quedar acotados a la sociedad de origen son tributarios de la cultura de nuestro país. Y como tales integran el lote de elementos constitutivos de nuestro patrimonio cultural intangible y, entendemos, es obligación de las autoridades nacionales y de este Congreso de la nación identificarlos y declararlos Patrimonio Cultural de la Nación con el objeto de contribuir así a su preservación y salvaguardia.
El Cuyo cultural, integrado por los pueblos de Mendoza, San Luis y San Juan, parte de la provincia de La Rioja y el oeste y noroeste de la Provincia de la Pampa es una forma de ser diferenciada del resto que se integra a la identidad nacional sin fórceps, que suma su aporte a un todo mayor que se enriquece en la diversidad. Lo que decimos, como hacemos aquello que hacemos, lo que cantamos, lo que amamos es lo que nos ha ido haciendo cuyanos a lo largo de los últimos cuatro siglos y medio, aunque la historia se remonta mucho más atrás. Como “pueblo” cuyano nos sentimos –y somos- una parte constitutiva del ser nacional, sin sacrificar notas esenciales de nuestra identidad local en aras de armonizar con una identidad mayor que nos represente y que, tampoco, nos exige tal sacrificio.
Lo que una región económico-político-cultural es hoy no nace por generación espontánea. Al Cuyo actual le ha llevado al menos 450 años formarse si es que no se quiere ir más atrás en el tiempo y anclar su inicio en las comunidades preexistentes a la presencia europea. Cuatro siglos y medios en los que su población forjó una identidad que cada día muestra mayor firmeza.
Muchos aspectos de la vida diaria de las comunidades urbanas y rurales, son cultura y, a su vez, expresiones culturales. No solo lo que vuelca el cuyano o la
cuyana en los libros que produce y en las canciones que compone y canta, sino también su comida, los juegos que comparte, el deporte que practica, el uso del tiempo libre y la forma en que se entretiene, los modismos y pronunciación del lugar, el vocabulario que habitualmente utiliza. Vida cotidiana y cultura se entremezclan, porque la vida cotidiana refleja los aspectos más íntimos de un pueblo. Nada une más a los pueblos que las comunes raíces espirituales, en el diario vivir los seres que lo componen se ajustan a una matriz actitudinal que los ha conformado y en ella se reconocen iguales entre ellos y distintos a otros.
No debe haber otro instrumento creado por el hombre que pueda unir más estrechamente a los pueblos, en este caso: sanjuanino, mendocino y puntano, que sus manifestaciones y bienes culturales, entre los que se haya la tonada porque a través de su poesía, su música, su canto y la forma en que se socializa la cuyanidad expresa sus dolores, sus alegrías, sus nostalgias, su cosmovisión, su ideal de belleza y su ansiedad de trascendencia.
El poeta y el cantor popular hacen las veces de vehículos que transportan la voz de aquellos que no tienen voz. La tonada ha sido el verbo del hombre y la mujer cuyanos y se erige en el universo del canto como el himno de un pueblo que trabaja y canta dulcemente aferrado a la ternura y la esperanza.
Cuyo pinta su aldea a diario y uno de los trazos de su pintura es la tonada, ese género poético-musical no coreográfico tan característico y propio de su pueblo, que suele cantarse con mayor frecuencia a dos voces, en ocasiones a solo, con acompañamiento de guitarras y que se caracteriza por poner énfasis en los textos.
La tonada es verso que se canta. A través de ella se difunde la obra de poetas populares y se transmiten sentimientos.
La voz de los cantores y cantoras tuvo en la guitarra su compañera inseparable. Tradicionalmente han sido ejecutadas por un par de guitarras punteras en dúo de terceras paralelas (con acompañamiento de guitarra, guitarrón o requinto). En la actualidad es común el conjunto integrado por tres y a veces hasta cuatro guitarras. En estos casos una de ellas se afina una cuarta justa más grave y pasa a ser denominada guitarrón, rasgueando el soporte rítmico-armónico, mientras las restantes desarrollan la línea melódica. La afinación que se utiliza para las guitarras es la habitual para el instrumento y la que los músicos denominan “normal” o “por derecho
La Profesora María Teresa Carreras de Migliozzi en su libro "La Tonada en la Provincia de San Luis" hace referencia al contenido temático de los textos de más antigua procedencia que se centran casi con exclusividad en el amor y en la mujer, para el caso de cantantes femeninas en el hombre. La evolución del género lo ha llevado a ampliar el abanico de posibilidades a temas como la amistad o la descripción del paisaje local.
La tonada propiamente dicha denota características melódicas muy suyas y revela una desusada soltura para la modulación. Su poesía es compleja, pues a los elementos comunes de la poética colonial sudamericana - estribillos, motes, ayes, negaciones - añade el uso de estrofas con metros desiguales, estrofillas
para refrán, encadenamientos y un sistema de repeticiones de versos que denuncian gran preocupación artística.
Entre las canciones que se llaman tonadas, hay muchas a base de cuartetos, octavas y décimas limpias y rectas, como las de los estilos.
Los textos poéticos que se asocian con la música de la tonada se elaboran casi exclusivamente sobre la base del verso octosílabo.
Las hay compuestas en base a estrofas de cuatro, cinco (raras), seis, ocho (raras) y diez versos, con más algún romance y la composición presenta la misma medida en todos los versos, salvo excepcional estrofa de pie quebrado.
También encontramos estrofas -generalmente cuartetas- que admiten la intromisión de estribillos y motes y con ellos o por su lado, afirmaciones, negaciones y ayes a veces solitarios, a veces enhebrados, inclusive al extremo de completar y aún superar la medida de un verso. A éstos hay que agregar un complejo sistema de repeticiones de versos a continuación o a distancia, que se manifiesta en gran número de tonadas y que, naturalmente, altera la extensión material de la estrofa y su período musical.
La tonada se asocia con la poética de versos iguales y con la de versos desiguales; en consecuencia, debe atender versos de igual o de diferente medida. En tal obligación articula períodos de frases iguales y períodos de frases desiguales, según el caso. Pero además ya sin temor a las construcciones irregulares y en alas de la ejecución expresiva, pone notas largas a versos cortos, notas cortas a versos largos y logra frases musicales de distinta forma sin constancia en la elección de las oportunidades.
Al darle prioridad al canto, las Tonadas Cuyanas han sido creadas en escala dodecafónica europea. La composición de las tonadas tradicionales, salvo excepciones, fueron realizadas en tono mayor. Excepcionalmente presentan alternancias de tonos mayores y menores, aunque estas composiciones invariablemente finalizan en tono mayor. En general poseen ritmo de 6/8 y compás ternario. El ritmo básico de acompañamiento de esta especie contiene en sí mismo la birritmia 6/8 - ¾ que se dá de la combinación de toques y acentuaciones agudas y graves respectivamente, pero hay compases que son resueltos únicamente en ¾.
Los preludios e interludios que preceden al canto, son comúnmente llamados punteos. El esquema melódico puede comenzar en notas agudas o graves, los sonidos se suceden en arpegios y escalas que levemente ascienden o descienden a lo largo de la composición musical, para finalizar siempre en las notas graves del esquema melódico.
El folklorólogo Alberto Rodríguez, en su recopilación “Cancionero Cuyano” de 1938 describe este género en su aspecto musical: que “generalmente todas se inician con un alegre nervioso. Complementadas las frases musicales con el espíritu de las letras, se matizan con nuevos interludios, hasta elaborar una segunda frase, donde empieza un ritmo un poco más alegre, hasta caer nuevamente en la nota quejumbrosa, en la que expresa todas las inquietudes y sinsabores que animan al cantor”.
Finalmente completamos la descripción con otra originalidad, se suele añadir al final una estrofa, generalmente una cuarteta, con el objeto dedicar la interpretación a la que llaman cogollo. Se trata de una dedicatoria improvisada, que el cantor crea de manera espontánea sobre la melodía que se está ejecutando, y que consiste en una letra que canta en homenaje a alguien presente, o simplemente para expresar diversas situaciones o afectos. El cogollo junto con la payada es un raro vestigio de la impronta del cantor, a la sazón poeta-canto, aunque a todas luces más vigente.
Los autores de esta iniciativa entendemos que es menester que los quienes tienen en sus manos la posibilidad de diseñar políticas públicas tomen activa participación en la gestión y salvaguarda de los bienes culturales que internalizados por nuestro pueblo ya forman parte de sus valores, creencias y tradiciones.
En el caso de la Tonada Cuyana, de profundo arraigo popular, puede llevar a engaño respecto a una de las razones que nos lleven a declararlo parte integrante del Patrimonio Inmaterial ya que a simple vista su vigencia parece incompatible como genero cercano a la desaparición. Argumento que al no contextualizar la vitalidad del género en un mundo que ha cambiado y parece reconfigurarse a cada paso se asemeja a un sofisma y por ello aportamos en la presente fundamentación nuestras razones.
Creemos que hay que blindar sin ahogar a la Tonada Cuyana frente a las amenazas de los daños colaterales –o buscados- de los procesos de mundialización como la homogeneización cultural de la actual oleada globalizadora.
Ya no es una novedad que la adopción masiva de las tecnologías interactivas y la informática aplicada, alteraron el escenario mundial. La autocomunicación de masas abrió una nueva dinámica cultural, económica y política en la que se constata cierto grado de direccionalización hacia formatos unificadores en la evolución de las culturas. Como las prácticas culturales y la lógica de las relaciones son diferentes, se hace necesario proteger los elementos constitutivos del patrimonio cultural inmaterial con herramientas concretas que hagan frente al peligro de homogenización cultural y la consecuente pérdida de las notas distintivas entre los pueblos.
El presente proyecto además de declarar a la tonada cuyana crea dos premios en el área cultural del Poder Ejecutivo nacional, una Mención de Honor, y una Distinción Anual que homenajean en su denominación a Felix Dardo Palorma, a Viviana Castro, a Jose Adimanto Zavala y a Buenaventura Luna por esa razón incluimos las siguientes semblanzas de cada uno de ellos sin que la brevedad obligada del texto agote sus contribuciones a la poesía, la música y el canto popular argentino.
Félix Dardo Palorma , nacido San José de Corocorto, Departamento La Paz de la Provincia de Mendoza en 1918 fue un cantor, músico y compositor argentino. Su verdadero nombre era Félix Robustiano Palorma. A los dieciséis años, ya como cantor de voz firme, es invitado a sumarse al afamado conjunto Brochazos de tradición, con el que recorre todo el país. De su vasta obra (alrededor de 250
composiciones) se puede citar canciones con ritmos típicos de Cuyo como la tonada, la cueca y la zamba. Canciones como “La Cumbreña”, “Mañanitas de Amaicha”, “Póngale por la hileras”, «Zamba de la noche Alta” y “Llegando a Cuyo” y la tonadas: “Donde te encuentres”, “Ese será mi consuelo”, “Al cimbrar de la vida” y “Tonada de la Nacencia”.
Eusebio de Jesús Dojorti nació el 19 de enero de 1906 en Huaco, departamento de Jáchal, en la provincia de San Juan. Empezó a escribir muy joven adoptando el seudónimo de Buenaventura Luna, fue un periodista, músico, compositor, poeta, libretista y conductor de radio, y político, de gran influencia en la música folklórica de Argentina.
En la década de 1930 dirigió varios grupos musicales folklóricos, entre ellos La Tropilla de Huachi Pampa, uno de los primeros en tener éxito masivo, integrado entre otros por Antonio Tormo y Diego Manuel Canales. A fines de la década de 1930 condujo “El fogón de los arrieros”, el primer programa radial de música folklórica de alcance nacional. Entre sus canciones más conocidas se encuentran "Zamba de la toldería" (con Oscar Valles y Fernando Portal), la canción “Vallecito” y las tonadas “Carrerito”, “No quiere la moza ya”, “Tonada de la Rosa”. Su obra cumbre ha sido considerada “Sentencias del Tata Viejo”.
La cantante y guitarrista Viviana Castro, conocida popularmente como la "Calandria Sanjuanina", nació el 28 de agosto de 1930, en la localidad de Concepción, tuvo su debut musical a los 18 años en LV1 Radio Colón de San Juan. Grabó numerosos placas discográficas entre las que se cuentan “La Voz Cuyana”, “Canta a las Madres”, acompañada con las guitarras de Ernesto Villavicencio, Norberto Pereyra y el guitarrón de Leopoldo “Copete” Balaguer y “Viviana Castro - Canto Emoción de Mujer”, con la guitarras de Enrique Barrera, Patricio Álvarez y los arreglos de Raúl Rubilar.
José Inocencio Adimanto Zavala nació en Ojo del Río (Santa Rosa), Provincia de San Luis, en 1921. A la edad de 20 años debutó en Radio Splendid con Los Trovadores de Cuyo, por invitación de don Hilario Cuadros. Mas tarde se sumó a la “Tropilla de Huachi Pampa”, liderada por don Buenaventura Luna, donde integrada, entre otros, por Antonio Tormo, donde permaneció cinco años hasta formar “Los Arrieros Cuyanos”, junto a Alfredo Alfonso, Rubén Moreira y Manuel Polo Canale. Tocó además con Martha de los Ríos, Nelly Omar y Margarita Palacios y entre los años 1964 y 1965, junto a los Hermanos Arce, conformaron el famoso conjunto Los Puntanos.
Entre sus composiciones, podemos destacar: los valses “Campanitas de Santo Domingo” (con Rafael Arancibia Laborda), “Para Raúl”; la conocida cueca “Calle Angosta” que fuera declarada Himno de la Ciudad de Villa Mercedes; la milonga “La Lechuza”; la zamba, “Zamba Mercedina” (con Oscar Valles), los gatos “Criollo Renqueño” y “El Chulengo”, la zamba “Vuelves en la noche” y las tonadas “Dos lágrimas”, “Yo te quiero y no lo niego”, “La tonada y el cogollo” (ésta con Angel Asís).
Por las razones expuestas solicitamos a nuestros pares Diputados y Diputadas de la Nación nos acompañen en la aprobación del presente proyecto de Ley.
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