Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar reconocimiento al dramaturgo, crítico y director de teatro catamarqueño Ezequiel Soria, al cumplirse el día 24 de Julio de 2016 el octogésimo aniversario de su fallecimiento, por considerarse su obra escrita, teatral y actividad en defensa de los derechos de autor un aporte fundamental para la consolidación del teatro nacional.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
Ezequiel Soria nació en Catamarca el 23 de Febrero de 1873. Apenas culminados sus estudios de Bachiller se dirigió a Buenos Aires, donde estudiaría Derecho, carrera que si bien inició, pronto cambió por la llamada de su vocación ligada a la poesía, a la literatura. Fue cuando toma contacto con otras personalidades que frecuentaban las tertulias de Rafael Obligado, en la casa que este tenía en Tacuarí y Rivadavia. Conoció sus primeros elogios al publicarse sus versos en el Correo Español con el título “Celajes” en el año 1891.
Soria no cesó en la búsqueda de nuevos horizontes, como los que lo llevaron ya en 1892, en momentos en que la sociedad porteña preparaba para festejar los 4 siglos del descubrimiento de América, a producir su primera obra teatral que se dio en llamar justamente, ”El 92”.
En 1895 estrena “Amor y Lucha”, sainete lírico cuyo motivo es el conflicto argentino-chileno. En 1896 pone en escena la zarzuela “El Sargento Martín” sobre la guerra del Paraguay. De año 1897 son las obras “Ley Suprema”, “Amor y Claustro” y la exitosa “Justicia Criolla”, estrenada el 28 de septiembre, obra notable “que tiene la particularidad de ser la primera obra que detalla la coreografía del tango” (Jorge Lafforgue, Teatro Rioplatense 1886-1930, ed. Biblioteca Ayacucho, ISBN SN8R000001, pág. 436). Le suceden otras obras: “El Deber” (1898) y “Política Casera” (1900). En 1901, con motivo de la presentación en el Teatro Victoria de una compañía dirigida artísticamente por Soria, una nota periodística puntualiza el debut de “la Gran Compañía Dramática que se ha formado con los mejores elementos que se encuentran en el país y cuyos patrióticos propósitos son los de iniciar el teatro nacional”. (ob. Cit. Pág 437).
Con la intervención de Soria en el género teatral, se abría un interesante panorama para el teatro argentino, ya que en círculos intelectuales se había generado inquietud por la circunstancia de carecer nuestro medio de actores nacionales para las creaciones o temáticas locales, es decir el desarrollo de un teatro auténticamente argentino.
Es que justamente ese espacio lo ocupó Ezequiel Soria quien junto con otros notables creadores como Nemesio Trejo, Miguel Ocampo, Manuel Argerich, García Velloso, Pacheco etc., fueron moldeando lo que configuró la génesis del teatro nacional.
El teatro Nacional en sus orígenes estuvo directamente ligado al llamado género menor del teatro español, que venía del entremés cervantino, la zarzuela y también el sainete español, que dio lugar al sainete criollo. El género se conoció como teatro chico, pues tanto por su duración como por su temática se diferenciaba del teatro mayor que era la representación de obras clásicas que además tenían como interpretes a compañías internacionales, que viajaban por el mundo y recalaban en nuestras costas, y a cuyas presentaciones acudía la alta sociedad, a diferencia del público más popular que consumían la temática catalogada como menor.
Sin embargo, la importancia de la difusión de obras, autores y temáticas locales, despertaron el interés en un público ávido por orientar su tiempo libre a los teatros que significativamente habían proliferado. Hablamos del Politeama, del Alhambra, del Pasatiempo etc. donde además habían recalado actores, y compañías familiares como fue la de los Podestá que dejaron de ser compañías itinerantes para establecerse en un lugar fijo.
La actividad empezó a ser rentable y la producción de Soria siguió en aumento. Las temáticas sociales fueron abordadas con más intensidad en las obras de Soria (las ya mencionadas “Justicia Criolla”, “Política Casera” etc.).
Cuando se produjo la irrupción del teatro argentino, o el sainete argentino, el éxito obtenido trajo aparejada la tensión entre autores, actores y empresarios de las compañías, lo que hizo necesario que se tuviera en cuenta el valor de la creación. Aquí también la intervención de Ezequiel Soria resulta destacada en orden a organizar una institución que velaría por los intereses de los creadores. En el año 1895 participó de la creación de una efímera Sociedad de Autores Dramáticos.
En 1901 junto con el español Mariano Galé fundó la Academia del Teatro Nacional, que tuvo la señera tarea de formar actores y hasta servir de orientación a los autores teatrales, pero la actividad de Soria sería aún más importante con el tiempo que sigue.
En 1906 Roberto J. Payró había señalado la necesidad de que los escritores tuvieran algún tipo de representación, y es así que el 11 de septiembre de 1910 nacería la Sociedad General de Autores Dramáticos en la Argentina (Argentores), donde Soria aparece entre los fundadores y directivos, al punto que es designado vicepresidente de esta Institución que aún hoy se encuentra vigente velando por los intereses de los escritores. En 1950, en conmemoración de la creación de dicha institución se estableció el 11 de septiembre como día del autor.
El 24 de Julio de 1936 Soria falleció en la ciudad de Buenos Aires. Pasó sus últimos días rodeado de actores y autores que lo visitaban constantemente, siendo una figura muy respetada del ambiente. Este año se cumplieron 80 años de su fallecimiento por lo que resulta justo el reconocimiento hacia una persona fundamental en la cultura de nuestro país por su especial contribución al nacimiento y desarrollo del teatro nacional.
Es por todo lo expuesto que solicito a mis pares que acompañen el presente Proyecto de Resolución.
Proyecto