La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación -por su contenido inclusivo de las personas con discapacidad- la obra de teatro denominada “Mi hijo sólo camina un poco más lento” del autor Ivor Martinic, que dirige Guillermo Cacace y en la que actúan: Aldo Alessandrini, Antonio Bax, Luis Blanco, Elsa Bloise, Paula Fernandez Mbarak, Pilar Boyle, Clarisa Korovsky, Romina Padoan, Juan Andrés Romanazzi, Gonzalo San Millan y Juan Tupac Soler.

Señor presidente:

El autor de: “Mi hijo camina un poco lento” es el joven dramaturgo croata Ivor Martinic cuyas obras se están representando en países como Francia, Grecia, Gran Bretaña, Alemania y Argentina, entre otros, con mucho éxito a pesar de su difusión “boca a boca”. El contenido es de una exquisitez y sensibilidad fascinante pero a la vez no da tregua poniendo sobre la mesa la mirada social sobre la discapacidad, desnudando las debilidades de una familia que no se atreve a nombrar la discapacidad, y la lucha del hijo con discapacidad que refleja su valor en el amor que despierta en una joven que visita la casa.

Esta obra de teatro ha sido traducida a cinco idiomas y quienes la han visto se han contagiado de la mirada desprejuiciada y sensible del autor y del director Cacace que dirige con maestría un elenco en la que una de las actrices tiene más de 80 años.

Dado que no se puede transcribir en este proyecto nos valimos del resumen hecho por Mercedes Halfon para Página 12: “La obra lleva a escena una familia cuyo centro es un muchachito llamado Branco, afectado por una enfermedad que lo ha dejado en silla de ruedas para siempre. Su familia es como un lago donde cayó una piedra grande y las ondulaciones siguen llegando hasta la orilla. Alrededor de Branco están: su madre, quien “no hay un día en que no llore por esto”; su hermana, que parece estar enamorándose, pero todo se torna menor en comparación con Branco; su abuela que olvida la mitad de su vida e inventa la otra

mitad; su tía, en conflicto eterno con su madre. Y también están los hombres de la familia: el padre ausente, el abuelo prescindente, el tío ninguneado, que ocupan una posición lateral en el dibujo de la familia. Todo transcurre el día que Branco cumple 25 años, su hermana trae una amiga a casa que quedará prendada del chico. Con esta ya son cinco las parejas arriba del escenario. Claro que nada de esto es lineal en el texto y mucho menos en la puesta. Vamos entendiendo los vínculos de a poco y apenas, cada personaje tiene una enorme complejidad en sí mismo y en el modo que se relaciona con los otros.” “A veces los actores necesitan sentarse para detener un poco el flujo de emociones que parecen estar atravesándolos permanentemente. ¿Cómo reacciona una familia cuando uno de sus integrantes, el más joven, está condicionado físicamente en su forma de estar en el mundo? ¿Es realmente tan grave lo que le pasa a Branco? ¿Cómo ese amor excesivo al hijo repercute en el resto de la familia? ¿Cómo conviven el principio de endogamia con el de exogamia en el seno de una familia en crisis?”

La aceptación que propone el autor de la discapacidad como diversidad frente a la negación de la familia y la sociedad que ni siquiera pueden decir, salvo al final que el hijo se mueve en silla de ruedas utilizando el eufemismo “camina un poco más lento”, sirve de concientización, visibiliza el prejuicio y lo combate en la propia obra valorizando lo distinto.

Es una obra que ha llegado a muchos espectadores y que contribuye a la inclusión.

Por ello solicito a mis pares me acompañen con su firma en el presente proyecto.