Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Su más enérgico repudio a las amenazantes declaraciones públicas de la titular de Madres Plaza de Mayo, Hebe De Bonafini, realizadas al Poder Judicial de la Nación y al juez federal Claudio Bonadio.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
Esta semana, como la pasada, volvemos a escuchar las reiteradas amenazas públicas que sectores cercanos al anterior gobierno realizan en medios públicos. La semana pasada fue el líder de la agrupación Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho Fernando Esteche quien, en declaraciones radiales sostuvo que “no puede pasar” que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner vaya presa y que “si algún juez, por autonomía relativa, por vocación individual de salir en algún medio, por ser más papistas que el Papa, se le ocurriera semejante cosa, sería sacado del juego”.
Hoy, nos enteramos que la titular de Madres Plaza de Mayo, Hebe De Bonafini, hizo declaraciones públicas contra la actuación de la justicia, amenazando al juez federal Claudio Bonadio, sumándose a las amenazas contra el funcionamiento autónomo de la justicia y advirtió como si tuviera la suma del poder público que “[…] si al loco se le va la mano, vamos y tomamos Tribunales".
No es la primera vez que esto sucede. En varias oportunidades, la Sra. Hebe de Bonafini practicó la violencia verbal y acciones intimidatorias contra la justicia, los periodistas, y cualquier sector que no fuera de su agrado. Todas estas declaraciones que ha estado realizando la titular de Madres de Plaza de Mayo no hacen otra cosa que mostrar que es un modus operandi que no resiste ni debe resistir tolerancia alguna, ni debe dejarse sin repudiar.
Sus declaraciones además de instar a la aplicación de justicia por mano propia, mediante la utilización de un tono intimidatorio y violento, pretenden minar las instituciones republicanas y tienen como objetivo amedrentar a los operadores de justicia. Esto es inaceptable porque en democracia ningún ciudadano puede salir a expresar este tipo de frases, en tanto que no se trata de libertad de expresión sino más bien de violencia política.
Estamos convencidos que los representantes del pueblo estamos obligados a repudiar enérgicamente este tipo de expresiones. Porque la democracia fue débil en el pasado precisamente porque la violencia política fue más fuerte y porque su fortaleza se construye en el presente, no se puede avalar, con el silencio de la omisión, la costumbre de la amenaza verbal contra los poderes públicos, que son sus luces y sombras hemos podido sostener estos 32 años de gobiernos civiles. No es que el nombre propio de quien la emite hace menos violento el mensaje que se transmite.
Queda así fundamentado el presente proyecto y a consideración de los diputados y diputadas para su sanción.
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