Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...
INSTITÚYASE EL DÍA DEL MARINO MERCANTE
Artículo 1°- Institúyase el 25 de noviembre de cada año como “Día del Marino Mercante”.
Artículo 2°- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
El 25 de noviembre de 1799, en las instalaciones del Real Consulado de Industria y Comercio de Buenos Aires (sito entonces en la intersección de las actuales calles San Martin y Bartolomé Mitre) se iniciaban los cursos de la Escuela de Náutica. Era el objeto de este establecimiento, la enseñanza de las ciencias de la navegación, para “proporcionarles a los jóvenes una carrera honrosa y lucrativa -la de marino mercante- y a los que no se dediquen a ella, unos conocimientos los mas a propósito para su desarrollo bien en la milicia, bien en el comercio o cualquiera otro estudio…” según rezaba el reglamento que para el instituto redactó de su propia mano el inspirador y propulsor de su creación, el Secretario del Consulado, don Manuel Belgrano.
Por concurso de oposición y antecedentes, se designa como primer Director al Ingeniero Militar pontevedrés Don Pedro Antonio Cerviño, y Subdirector al Piloto Mercante coruñés Don Juan de Alsina. Se inicia así un derrotero que tendrá a las costas del Plata como origen, centro y faro del desarrollo científico en general y marítimo en particular, siendo esta academia de formación de marinos mercantes, la primera del Continente Americano, así como del Hemisferio Meridional todo.
Esta academia de formación de marinos mercantes, cuya heredera es la actual Escuela Nacional de Náutica “Manuel Belgrano”, ha sido el origen y fundamento de la actividad marítima toda, base y germen de la propia doctrina marítima argentina, que reconoce a la Marina Mercante como un instrumento estratégico de primer orden, por ser el vehículo de transporte de la casi totalidad del comercio internacional argentino.
Han sido en este sentido, tres las célebres personalidades que han dado basamento a aquella doctrina: Belgrano, Cerviño y Storni.
Los dos primeros, Secretario del Real Consulado de Buenos Aires el uno, y primer director de la escuela de náutica el otro, fueron –como acaba de decirse- coetáneos; inspirador de acciones el primero, ejecutor de ellas, el segundo. Mientras que el tercero, el almirante don Segundo Storni, con sus celebradas conferencias, puso colofón al ideario de la Marina Mercante, con sus conceptos matrices de los Intereses Marítimos Argentinos, que en 1916, recomenzaron la tarea emprendida por los primeros.
En su discurso, leído ante las máximas autoridades virreinales el mismo 25 de noviembre de 1799, en ocasión de la inauguración de la Escuela de Náutica, Cerviño afirmó: “Cuando un país carece de navegación propia, los negociantes se ven en la precisión de esperar el arribo de los navíos de afuera, sin que jamás puedan disponer de ellos a su arbitrio… La Navegación es el ramo más escencial del comercio y, no obstante, se ha descuidado hasta ahora…”.
Desde aquel 25 de noviembre de 1799, todas las organizaciones de la marina mercante argentina, y aquellas que, sin pertenecer a ella, se han vinculado directamente, han reconocido esa fecha como la del inicio y orígen institucional de la misma.
Así como todos los intentos de reestablecimiento de la Escuela de Náutica creada por Belgrano en 1799, tuvieron a aquella fecha como la inaugural de toda la actividad. Desde la reapertura definitiva de esta academia marítima en marzo de 1896, tanto dicha escuela como todas las siguientes, tanto gremios como empresas; organismos públicos o asociaciones privadas, han reconocido y continúan reconociendo al 25 de noviembre como la fecha singular del inicio de la actividad marítima que dio origen a la marina mercante argentina como tal.
A este reconocimiento, se debe que, al menos desde hace 60 años en forma prácticamente ininterrumpida, se celebre esta fecha como el “Día del Marino Mercante”, con actos de relevancia tal como la Solemne Misa Anual de Acción de Gracias que fuera ordenada por el propio Belgrano en el artículo 14º del Reglamento que para la Escuela de Náutica, escribió de su propia mano.
Para corroborar lo dicho, podemos recordar que, el 25 de noviembre de 1999, la conmemoración del Día del Marino Mercante que coronó el Bicentenario de la Escuela Nacional de Náutica, contó con la presencia del entonces Presidente de la República, altas autoridades tanto de la Argentina, como del Brasil, México, Estados Unidos, España y Chile; acto al que siguió una Cena de Camaradería que reunió a casi un millar de marinos y sus familias.
Finalmente, debemos agregar que esta celebración, reune a todos los marinos mercantes argentinos, a las mujeres y hombres tanto de ultramar como fluviales y pesqueros, a los oficiales como a los marineros, a los navegantes como a los que desarrollan su profesión en distintos organismos de la Marina Mercante, tanto en Argentina, como en el extranjero, tanto a los profesionales activos, como a los jubilados, pero sobre todo a los cadetes, aspirantes y alumnos de las escuelas de formación, todos ellos para quienes el 25 de noviembre, es el Día del Marino Mercante, es decir: “su” día.
Sirva entonces este acto como reconocimiento y homenaje a todo ellos, a los del principio, a los de hoy y a los del futuro; a su compromiso y servicio en beneficio de los supremos intereses de la Nación, tanto en la paz, transportando los frutos del comercio para colaborar con su desarrollo, como en la guerra, sirviendo y ofrendando su vida, como se pudo verificar desde la Reconquista y Defensa de Buenos Aires en 1806 y 1807, pasando por las Guerras de la Independencia, hasta el conflicto por la recuperación de la Soberanía sobre las Islas Malvinas Argentinas.
Por todo lo expuesto con anterioridad, solicito la aprobación del presente proyecto.
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