Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
DIRIGIRSE a su Santidad el Papa Francisco de la Iglesia Católica a fin de expresarle que esta Cámara vería con agrado se digne CANONIZAR a la Beata LAURA (LAURITA) VICUÑA y REMITIR copia de la presente resolución al Poder Ejecutivo Nacional para que por intermedio de Cancillería remita comunicación diplomática al Estado del Vaticano.
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
El presente proyecto de resolución tiene por finalidad dirigirse a su Santidad el Papa Francisco de la Iglesia Católica a fin de expresarle, si es aprobada, la intención de esta Cámara de proceder a la CANONIZACION de la Beata Laura (Laurita) Vicuña – niña que nació en la hermana República de Chile y vivió y murió gran parte de su vida en la República Argentina, por lo que es, venerada por los jóvenes de ambas naciones.
De ahí, que la presente resolución lo que busca, habiéndose cumplido todos los requisitos del derecho canonico y de las normativas aplicable de la Iglesia Católica de poder acceder a la categoría de SANTA.
Para los católicos contar con UN SANTO es resaltar el accionar de una persona que vivió bajo los canones de la Iglesia Católica y que dio su vida por el prójimo, como lo ha sido la reciente decisión del Papa Francisco con el Cura Gabriel del Rosario Brochero, hoy SAN JOSE GABRIEL BROCHERO, en el presente año 2016.
La Beata Laura (Laurita) Vicuña , nació el 5 de abril de 1891 en Santiago de Chile. Su padre Don José Domingo Vicuña era militar y político en Chile, y su madre era Doña Mercedes del Pino. Eran tiempos de revolución en Chile y la familia que apoyaba al gobierno derrocado, tuvo que huir de la capital y refugiarse en Temuco, 500 km. al sur. Luego de nacer Julia, la segunda hija, y cuando Laura tenía dos años, murió su padre quedando la familia en la indigencia.
En el año en que nace Laurita, 1891, Chile momentos difíciles. Hay hambre, inestabilidad política, violencia.
Ante esta situación crítica, Doña Mercedes, la madre de Laura, retoma su trabajo de modista y en 1899 emigra a la Argentina. Allí va deambulando de un lugar a otro y pasa sucesivamente por Ñorquín, Las Lajas, Chapelco y finalmente Junín de los Andes.
Se afincan en la Estancia de Quilquilihue, donde Mercedes comienza a convivir con Manuel Mora, hacendado y dueño de la Estancia. Laura y su hermanita Armanda van como internadas al Colegio María Auxiliadora de Junín.
Desde su llegada, Laura se muestra sumamente sensible al catecismo y a todas las propuestas de formación cristiana. Se da cuenta que su madre no está casada con el hombre que convive. Y sufre…sufre porque ha aprendido a conocer el camino de la vida y no se resigna a que su madre quede fuera de él.
Laura empieza a descubrir, aún en su corta edad el sentido de la Cruz. Cuando su madre, que pasa a tener una situación económica floreciente, le trae regalos y golosinas, las reparte entre todas las compañeras. Son pequeños gestos de quien empieza a comprender lo que significa: “Es mejor dar que recibir”.
Entretanto, cuando Laura vuelve a la Estancia encuentra a Manuel Mora que la mira con malicia. Varias veces intenta abordarla sexualmente, pero Laura resiste con firmeza. El estanciero le niega a su madre el dinero para pagar la pensión del Colegio, con el fin de que la niña se quede en la Estancia.
Pero las hermanas aceptan gratuitamente a Laura. Y el Colegio continúa creciendo, como Jesús, “en edad, sabiduría y gracia”. Comienza entrar cada vez más en el misterio del Evangelio: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los hermanos”, “Si el grano del trigo no cae en la tierra y muere, no da fruto…!. Por eso toma la decisión fundamental de su vida: “Mi vida por la suya”.
Quiere ofrecer su vida por la conservación de su madre. ¿Y si el Señor le tomaba la palabra? Porque Laura ha madurado también su deseo de consagrarse totalmente a Él, como hermanita.
Pero la enfermedad ya ha empezado su trabajo. En poco tiempo la notan más débil, demacrada, con mareos. Apenas si puede alimentarse. La madre quiere llevársela consigo, pero en la Estancia la enfermedad se agrava. De regreso a Junín, otra vez despechado, Mora castiga duramente a Laura, que ya no se repondrá. Con las últimas fuerzas que le quedan se dirige a su madre pidiéndole que deje a ese hombre.
Después de recibir la comunión y la unción de los enfermos, Laura se despide de su hermana y de su madre. Esta le promete reconciliarse con Dios y empezar una vida nueva.
El 22 de enero de 1904, Laura Vicuña, muere, y podemos decir amanece para el cielo. No ha cumplido todavía los trece años y ya ha terminado su camino llegando a la meta.
En la tumba donde descansan sus restos, sobre una lápida puede leerse: “Aquí reposa en el Señor, Laura Vicuña, flor eucarística de Junín de los Andes. Su vida fue un poema de pureza, sacrificio y amor filial”.
El Papa Juan Pablo II ( hoy San Juan Pablo II) la declara beata el 3 de Septiembre de 1988.
¿QUIEN FUE?
• Una niña que fue creciendo en edad, sabiduría y gracia delante de Dios y delante de los hombres
• Una huérfana, que pierde a su padre antes de cumplir su segundo año de vida.
• Una chica que, junto a su madre y su hermanita, debe emprender el camino del exilio.
• Una emigrante chilena que, como tantas, salió a rodar por el mundo aún antes de conocer lo que era la vida.
• Una hija que quiso con gran cariño a su madre y supo aceptarla con su cruz y sus defectos, para poder ayudarla para volver a Dios.
• Una alumna que vivió alegremente el cumplimiento del deber cotidiano, el compañerismo y la amistad verdadera.
• Una hermana que supo querer sin envidias ni celos a su hermanita Amanda y rezar por ella.
• Una cristiana que entendió a fondo el Evangelio: No hay amor más grande que dar la vida por los hermanos
¿PORQUE FUE GRANDE?
• Porque no cerró los ojos ante la realidad dolorosa que le tocó sufrir. No se evadió de su situación ni buscó escapatorias. Aceptó hasta el fondo y sin mufas ni resentimientos su pasado, su situación personal familiar y trató de dar una respuesta movida por la fe.
• Porque vivió la santidad de lo cotidiano en las pequeñas cosas, en las tareas sencillas de cada día. A veces no es fácil ser fiel en lo de todos los días, cuando la vida se viste de gris y hay que asumir la monotonía y el cumplimiento del propio deber, sin dejar que se convierta en una simple rutina. Laura supo dar un “toque” de Evangelio a todo lo que hacía. Supo encontrar al Señor en las cosas que fue viviendo, de modo que su pequeña historia fuera efectivamente historia de salvación.
• Porque llegó al gesto supremo de amor cristiano: dar la vida por los hermanos. Su vida y su muerte fueron una constante ofrenda a Dios. En este sentido, podemos decir que su vida fue un martirio incruento: testimonio elocuente de lo que puede la caridad cristiana cuando un corazón se deja fecundar por la gracia.
¿DONDE SE VENERAN SUS RESTOS?
En un primer momento los restos de Laura fueron sepultados en Junín de los Andes.
El 2 de marzo de 1956 son trasladados a Bahía Blanca, al Colegio María Auxiliadora.
Desde que fue declarada beata, son colocados en la urna que preside el altar que le fue dedicado en la Capilla del mismo Colegio.
Muchos peregrinos, especialmente chicas y jóvenes, llegan hasta allí para venerar a esta chica que supo vivir hasta sus últimas consecuencias el llamado de la santidad cristiana.
Laura Vicuña es patrona de las víctimas de abusos, víctimas de incestos y huérfanos, tanto en Chile como en la Argentina. Laura Vicuña en la actualidad sigue concediendo muchos milagros, y los devotos esperan que uno de esos milagros permita pronto su canonización.
La congregación salesiana comenzó el proceso de canonización de Laura Vicuña en la década de 1950. La causa de beatificación se inició en Roma el 25 de febrero de 1982. Fue reconocida la heroicidad de las virtudes de la joven el 5 de junio de 1986.
En virtud de ello, solicito a los Señores Diputados acompañen el presente proyecto de resolución con su aprobación.
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