Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1° Institúyese el 19 de noviembre de cada año como “Día Nacional de Clubes de Barrio y de Pueblo”, en adhesión a dichas instituciones de bien público de alcance nacional y autónomas que promueven actividades deportivas y sociales, fomentando la inclusión social y el bienestar de la Comunidad.
Artículo 2° Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional
FUNDAMENTOS
Proyecto
Señor presidente:
La propuesta tiene su origen en el día que el Congreso de la Nación, a través de la Honorable Cámara de Diputados, consideró y otorgó media sanción al dictamen de las comisiones de Deportes y de Presupuesto y Hacienda recaído en el proyecto de ley por el que se instituye el Régimen de Promoción de los Clubes de Barrio y de Pueblo, contenido en el Orden del Día N° 1.207.
Para promover el dictamen mencionado en el párrafo anterior se reunió la vocación de toda una comunidad, para lo cual se han realizado más de cincuenta foros con los clubes de barrio en todo el país organizados por la Unión Nacional de Clubes de Barrio. Contó con el acompañamiento y la voluntad de los diputados de todos los bloques por aprobar una iniciativa parlamentaria con el consenso de todos los miembros de esta Cámara.
Asimismo, se debe reconocer que los verdaderos constructores de esta ley nacional de clubes de barrio son los propios clubes de barrio, que participaron en todos los foros y que desde hace muchísimos años se vienen sosteniendo por sus propios medios. Nuevamente, aparece con mucha fuerza el club de barrio como una institución fundamental de nuestra comunidad. Se han recorrido varios clubes en distintas localidades debatiendo el proyecto. Los clubes de barrio vinieron con aquella inmigración masiva que tuvo la Argentina desde distintos pueblos del mundo. Fueron ellos los que asentaron los primeros valores, como la solidaridad.
En el mismo sentido, en otro de los clubes recorridos concurrían los obreros a leer después de trabajar; había sido fundado por anarquistas, socialistas y comunistas que veían en el club de barrio un instrumento de organización popular. No hay duda de que más adelante, a raíz del proceso de industrialización que vivió nuestro país, los clubes de barrio se consolidaron y crecieron con mucha fuerza durante el gobierno del general Perón y la compañera Evita. Se abrieron fábricas a la par de la escuela, y a la par de la escuela surgieron los clubes de barrio: tres instituciones fundamentales que forjaron nuestra identidad nacional. Por otro lado, una sociedad no puede dedicarse al deporte, la cultura y la educación si antes no tiene trabajo. Por eso, en el marco de este proyecto nacional donde crecieron los clubes de barrio, el trabajo juega un rol fundamental junto con la escuela. Cuando hablo de “club de barrio” me refiero no solo al derecho de hacer deporte sino también al lugar de encuentro de la familia, donde se discute de política y se realizan actividades culturales.
En suma, al lugar del barrio donde se unen la fábrica y la escuela.
Después pasó lo que todos conocemos: golpes militares y gobiernos neoliberales fundieron al país. Por eso desapareció el trabajo en el barrio y aparecieron la desocupación, la pobreza y la miseria. La escuela se transformó casi en un lugar para nuestros niños, que muchas veces iban a ella a comer. Algo similar ocurrió con el club de barrio; cuando se destruyó la Argentina pasó a ser un comedor comunitario y, más cercanos en el tiempo, un club de trueque.
Finalmente, el 19 de noviembre del 2014 se pudo debatir sobre una nueva perspectiva, sancionando un proyecto de ley para atender la situación de los clubes de barrio, a partir del nuevo tiempo que comenzó con el gobierno de Néstor Kirchner y
Cristina Fernández de Kirchner, apareció el trabajo en nuestras barriadas populares. El trabajo comenzó a ser una realidad y permitió que haya políticas de Estado como las que surgieron de este Parlamento. Se atendió el principal problema que aquejaba a la sociedad creándose seis millones de puestos de trabajo, abriéndose las paritarias y mejorándose el salario. Todo ello ha sido posible gracias a un Estado y un gobierno que tomaron la decisión fundamental de restituir otras dos instituciones barriales trascendentes: la fábrica y la escuela. Gracias a la concepción de un Estado presente y garante de derechos, que resolvió los problemas que afectaban al trabajo y la educación, es que pudimos sancionar una ley para los clubes de barrio.
Por todo lo expuesto, es que se solicita la aprobación del presente proyecto de ley para continuar fortaleciendo y reconociendo en términos institucionales al club de Barrio y de Pueblo.
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