Con la batería al compás del corazón viven las murgas, comparsas y corsos que componen la gran fiesta del carnaval. Se han preparado todo en año, componiendo el ritmo y cosiendo el brillo. Un mundo gira en torno a las comparsas, generando un espacio participativo abierto a todas las edades para trabajar y perfeccionarse.
Aquí vemos imágenes representativas de los corsos de Villa Mercedes y Santa Rosa del Conlara. El corso de Villa Mercedes tiene cincuenta años de trayectoria en la práctica de comparsas y ha convocado a cincuenta mil personas. Se originó a partir de dos corsos que se encontraban uno en el centro, donde la gente de la zona se solía disfrazar, y otro con características distintas al anterior en la zona de la estación de tren. Estos corsos se fueron unificando con el correr de los años.
Actualmente el corso de Villa Mercedes se realiza frente al municipio con la participación de mas de dos mil personas de distintos barrios. Hay diversas comparsas, como las Chiquitas o las Bahianas, compuestas por señoras de mas de setenta años. Existen treinta comparsas, murgas y batucadas. Hay un tipo de carnaval similar al brasileño o a los de Corrientes y Entre Ríos, pero también hay expresiones propias del carnaval rioplatense. Entre las murgas se destaca La Iluminada de la Noche, compuesta por 200 personas.
Una característica muy importante de estas actividades es que sirven de contención social durante muchos meses del año. En su transcurso se llevan adelante los ensayos, con la participación de niños de barrios vulnerables. Hay talleres de confección de trajes y percusión. Esto produce también un movimiento comercial importante ya que se activan varios sectores en torno a estos preparativos. El Gobierno provincial brinda ayuda a través de la financiación de los festejos. Se realizan a su vez concursos para el mejor traje o la mejor batucada generando una sana competencia.
Entre las distintas expresiones del carnaval puede destacarse, por su repercusión comunitaria e internacional, el Proyecto Comparsa y Batería Obera desarrollado entre 2009 y 2019. Sus objetivos fueron la inclusión social, la diversidad de género y la formación en oficios de la industria del carnaval.
Pronto se podrán volver escuchar en las plazas, los latidos de las baterías durante los preparativos del verano, para el carnaval Puntano.
Andrea Tettamanti - Curadora
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