Antes de cumplir los 20 años ya participó de muestras colectivas pero le llevó varios años más obtener el premio Roma y logró capacitarse en Europa, donde realizó una exitosa trayectoria. En 1912 presentó al Salón de París la obra Creced y multiplicaos, que fue aceptada por el jurado pero retirada por orden policial. El caso resonó en todo el mundo artístico y se lo exaltó como genio.
Un año más tarde la presentó en el Salón del Retiro y recibió la mayor recompensa, siendo adquirida para el Museo Nacional de Bellas Artes.
Su trabajo forma parte del patrimonio de los museos Eduardo Sívori, Quinquela Martín y del Legislador de la HCDN.