La obra pertenece a una carpeta referida al tango Silbando.
En esta obra Marcela Miranda resuelve las figuras humanas de manera predominantemente geométrica. La síntesis gráfica también se extiende a la representación del paisaje urbano.
La artista fue presidenta de la Sociedad de Grabadores Xylon Argentina y jurado de diversos concursos nacionales e internacionales de grabado.