Obra realizada en homenaje al Bicentenario de la Revolución de Mayo, que muestra el típico obelisco porteño inserto en el centro de la escena y aplicado en collage sobre un entramado de planos de color que se dilatan hacia el lejano horizonte. Venzo se suma a un sentimiento de tonalidades poéticas, enraizado en el viejo ideal bolivariano cuya sustancia está hecha de la materia inasible y fugitiva de los sueños.