Se trata de una pintura rural con trasparencias atmosféricas que integra el patrimonio de la HCDN desde el siglo pasado. Es parte de un nutrido número de obras panorámicas como los paisajes de Piriápolis (adonde viajó con Benito Quinquela Martín), del Norte argentino, la costa uruguaya y algunas vistas urbanas.
Su prolífera y variada obra se compone también cuadros históricos como Los Constituyentes del ’53 y La Muerte de Güemes, premiada con Medalla de Oro (1910), e impecables figuras como Retrato de Señora que obtuvo en 1911 el máximo reconocimiento en el Primer Salón Nacional.