La artista trabaja con una paleta de fuerte peso compositivo. El negro es la gran metáfora que homogeniza y yergue de un fuerte simbolismo a la obra. A la vez que las líneas son utilizadas para construir formas geométricas que dan fuerza a las zonas grises y rojizas. Conmigo se sumerge en la historia personal de Cerezo para rescatar fragmentos de un tiempo vivido.
En palabras de la artista:
Pinté esta obra en los ochenta, en una etapa de soledad, independencia, trabajo y arte. Probablemente responda a sensaciones de soledad y fuego interior de vivir, expresado en una geometría expresionista de mi interior y a la vez bastante cerrada en su composición como era el estilo de mi pintura en aquella época.