Nacida en San Pedro, provincia de Buenos Aires, Alicia Pérez Peñalba recorrió de niña junto a su familia América Latina. Estudió dibujo y pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”, y luego se instaló en París en 1948, momento en el que abandonó la pintura para dedicarse por completo a la escultura.
Esta obra pertenece a su primer período, anterior al viaje a Francia, en la que estaba dedicada por completo a la pintura figurativa. Como escultora se enmarcó en el movimiento de arte abstracto. Sus obras se vieron influenciadas por las imágenes de su infancia, adquiriendo un estilo propio con una vasta obra reconocida mundialmente.