8. INSERCIÓN SOLICITADA POR LA SEÑORA DIPUTADA BIDEGAIN

Fundamentos del apoyo de la señora diputada al dictamen de mayoría de las comisiones de Comercio, de Comunicaciones e Informática, de Libertad de Expresión, de Asuntos Constitucionales y de Peticiones, Poderes y Reglamento en los proyectos de ley por los que se declara de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diarios

Quisiera fundamentar mi respaldo al proyecto que estamos considerando:

En primer lugar, me guía un sentido de coherencia: coherencia que se evidencia en las decisiones que ha venido tomado el gobierno nacional, quien está propiciando un verdadero cambio cultural en nuestra sociedad: y con esto me refiero a las iniciativas del Ejecutivo en pos de la democratización de los medios de comunicación, permitiendo la incorporación de más y nuevas voces y, sobre todo, la eliminación de las voces dominantes.

Coherencia, también, por parte de nuestro cuerpo legislativo que debatió, en la misma dirección, leal y conscientemente la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, permitiendo abrir una nueva etapa de pluralidad en la historia de nuestros medios, norma que siendo aun incipiente, todavía no ha dado todos sus frutos.

El proyecto que declara de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta de celulosa y de papel de diarios, no es un proyecto aislado, se enmarca en una clara política de Estado orientada a garantizar la igualdad de oportunidades y, en este caso particular, la igualdad de oportunidades para todos los medios gráficos: editores con derecho a desarrollar su industria, sea de tamaño grande o pequeño; trabajadores, con derecho a encontrar y mantener sus fuentes de trabajo y al público en general, con derecho a elegir las fuentes de información.

No es, tampoco, un proyecto exclusivamente del oficialismo. Es un proyecto colectivo, fruto del trabajo en audiencias públicas que fueron realizadas en todo el país, de la misma manera que se había hecho con la Ley de Comunicación Audiovisual.

Por eso, señor presidente, cuando hablo de coherencia, hablo de trabajo consistente, encadenado entre todas las partes de este sistema democrático, trabajo guiado por un mismo sentido de hacer las cosas entre quienes queremos una Argentina diferente.

Este proyecto tiene la particularidad de ser otro gran paso de un proceso participativo que nos debemos como sociedad.

En segundo lugar, mi apoyo a este proyecto está basado en un sentido de justicia.

Entiendo que brindar un marco regulatorio para la fabricación, comercialización y distribución de pasta de celulosa y de papel de diarios resuelve dos inequidades que llevan ya muchos años sin subsanarse en nuestro país:

Por un lado, resolver el acceso, hasta ahora limitado, al insumo vital: el papel de diario, por parte de todas las empresas editoriales del país que sufren en carne propia los efectos monopólicos del mercado actual.

Señor presidente: según consta en la publicación “Papel Prensa – Informe de Situación” de la Sindicatura General de la Nación, del año 2010, como en el “Informe Papel Prensa. La Verdad” elaborado de conformidad con lo establecido por la resolución 126/2010 de la Secretaría de Comercio Interior, los socios mayoritarios de la empresa Papel Prensa S.A., es decir, Clarín y La Nación, mantienen prácticas desleales, actividades monopólicas y abuso de posición, produciendo para su propio abastecimiento y no para la sostenida demanda del mercado interno.

Por otro lado, y en relación directa con este tema, se deriva el de los costos. La discrecionalidad en la fijación del precio opera como un mecanismo de exclusión de los pequeños productores gráficos y afecta nuevos emprendimientos, y la existencia de fuertes economías de escala en la actividad de fabricación de papel para periódicos facilita la conformación de posiciones dominantes a través de la concentración de la oferta, por lo que la firma Papel Prensa S.A. perjudica, principalmente, la competencia respecto de los diarios más pequeños, los que no poseen capacidad ni financiamiento para importar, estando obligados a comprar solamente a esta única empresa del país proveedora de papel de diarios.

Regular el acceso al papel se traducirá en mejores costos que alentarán la competitividad de todos los actores del mercado.

Esta medida es también un paso importante en dirección a la sustitución de importaciones, lo que evitará que algunos editores tengan que importar papel quedando, de esa manera, en desventaja ante los monopolios o teniendo que cerrar sus diarios, lo que implica acallar a quien no puede sostener su negocio.

Señor presidente: nuestra Constitución consagra la libertad de prensa. El hecho que más atenta contra esta libertad es el manejo arbitrario del principal insumo de la industria del sector: el papel.

Ya se sabe: quien controla el papel para diarios controla la información.

Y esta es la situación que están generando estas dos empresas mediáticas socias mayoritarias de Papel Prensa S.A., que desde los oscuros años de la dictadura militar regulan el mercado de acuerdo con sus intereses.

Por el contrario, la libertad de prensa es la mejor garantía de todas las demás libertades de la democracia y es un derecho de todos los ciudadanos. Recordemos que la Corte Suprema de Justicia ha reconocido a la libertad de prensa como “el derecho estratégico en conexión con la radicación de la soberanía en el pueblo”. (CSJN caso Abad 1991, Badeni,Gregorio; Libertad de Prensa, Abeledo- Perrot, 1991)

En consecuencia, señor presidente, por todo lo expresado, ratifico mi respaldo al proyecto que declara de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta de celulosa y de papel de diarios.