La mejor definición de este proyecto la encontré en la filosofía popular, en esa que se escucha cuando se habla con la gente, con los vecinos, con los ciudadanos de a pie. Decían unas señoras comentando este proyecto mientras esperaban para comprar en un negocio de barrio "esto del voto a los 16 es una engañapichanga".
Como pasa siempre con las expresiones populares, uno las repite sin conocer profundamente su significado, pero en este caso, al llegar a mi casa me puse a buscar una definición para entender por qué estas señoras decían que el voto a los 16 es una “engaña pichanga”, y encuentro que esa expresión hace referencia a algo que con su apariencia sirve para aprovecharse o engañar a un ingenuo o inexperto, y ahí encontré la perfecta definición para este proyecto que hoy consideramos.
Hoy, con la apariencia de "reconocer derechos" estamos aprovechando para negar el incumplimiento de importantísimos derechos reconocidos por pactos internacionales y por nuestra propia Constitución: ¿o acaso se han debatido en este recinto proyectos para garantizar el derecho a la vida y a la seguridad de los niños o garantizar el derecho de los niños a desarrollarse en un ambiente familiar y educativo adecuado? ¿Se ha discutido acaso cómo hacer para combatir al narcotráfico para que la droga deje de ser la destrucción de miles y miles de jóvenes?
Acá no se quieren discutir derechos de los niños, acá y hoy sólo se quiere discutir desde el oportunismo y con la mira puesta en las próximas elecciones, pensando "equivocadamente" que van a poder influenciar fácilmente a los jóvenes para que los voten a ustedes, pero les tengo una noticia, nuestros jóvenes son muchos más inteligentes y capaces de lo que ustedes creen. No los van a poder manejar, por que los jóvenes más que votar quieren que sus representantes se pongan los pantalones largos y trabajen para garantizarles derechos de "todos los días" (no de un día cada 2 años).
La Convención Internacional de los Derechos del Niño. Define claramente que son niños todos las personas menores. Esta definición se hace a los efectos de establecer claramente cuáles son las personas beneficiadas con los derechos que esta convención otorga. En ningún párrafo se habla de "los Estados deben reconocerles a los niños el derecho a votar" y me da un poco de miedo este avance sobre lo que dice esta convención, porque no vaya a ser que mañana, vengan a querer el artículo 37 de esa convención y digan "en la Argentina, como los niños pueden votar a los 16, entonces también les podemos aplicar la pena de muerte y la prisión perpetua a partir de esa edad".
Planteo este extremo para que quede claro que con este engaña pichanga estamos esquivando la discusión real que es la de garantizar el derecho a la vida, a la seguridad, al acceso digno a la educación, a desarrollar al niño en un contexto familiar, a sacar a la gran cantidad de niños afectados por desnutrición, que es la peor de la pobreza, y por supuesto a evitar que un niño caiga en la droga.
Hoy el gobierno está preocupado porque un niño que hoy tiene 15 años, el año que viene pueda votar, aunque no tenga que comer.
Pero vamos a las realidades. En el 2013, podría darse esta situación: “Mamá...me voy a votar...” Y la madre le diga: ¡No, no te dejo y listo, porque yo ejerzo la patria potestad hasta tu mayoría de edad!”. Y en el mejor de los casos el hijo tendrá que pedirle a los padres que lo lleven, porque ni siquiera puede manejar.
Nosotros acompañamos la mayoría de edad a los 18 años, en diciembre del 2009, cuando antes era a los 21, eso sí fue reconocer derechos y adecuar legislación.
Si hablamos de otros países, vemos que en Ecuador y Cuba pueden votar a partir de los 15 o 16 años y en Japón a los 20 y en Kuwait a los 21. Vemos que este es un tema que eventualmente podría discutirse, pero me pregunto, ¿es sano discutir cuando todo cae bajo la sospecha de oportunismo electoral? Para esto propongo 2 alternativas: o modificamos el despacho y le agregamos que esta ley será de aplicación recién para la elección del 2015 o posterguemos este debate para el 2014. Recordamos que para esa fecha tendremos la misma presidenta y por ende ella podrá terminar su mandato diciendo que logro esa conquista para los menores.
Recordemos finalmente que la función de los gobiernos es trabajar por la felicidad y la prosperidad de los pueblos y no andar permanentemente buscando chicanas y atajos para perpetuarse en el gobierno. Por esto como peronista les digo: "trabajen por la felicidad y prosperidad del pueblo y la gente sola va a votarlos y no van a necesitar de ningún engañapichanga.
También les proponemos que en caso de aprobarse esta ley, por favor incluyan modificaciones a la Ley Federal de Educación ya que en ningún momento a los jóvenes se les enseña a votar y, por otro lado, y esto es importante, no se olviden de crear sanciones, multas, cárcel, etc., para aquellos padres que en ejercicio de su patria potestad, ¡no quieran que sus hijos voten!