26. INSERCIÓN SOLICITADA POR LA SEÑORA DIPUTADA NEBREDA

Fundamentos del apoyo de la señora diputada al dictamen de mayoría de las comisiones de Relaciones Exteriores y Culto, de Asuntos Constitucionales y de Justicia en el proyecto de ley en revisión por el cual se aprueba el Memorándum de Entendimiento entre el gobierno de la República Argentina y el gobierno de la República Islámica de Irán

Deseo expresar mi adhesión a la iniciativa del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para procurar avanzar en la búsqueda de justicia en la causa por el atentado terrorista contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina – AMIA- que causó la muerte de 85 personas, con cientos de heridos y un legado de dolor que trasciende el daño físico padecido por los damnificados directos.
Es ocioso detallar el devenir de la causa judicial original, que terminó con el procesamiento de funcionarios judiciales, policiales, de inteligencia y políticos de primer nivel, por encubrimiento, abuso de autoridad, violación de los medios de prueba y falsedad ideológica, entre otros delitos. Como bien surge del expediente que desarrolló el juez Lijo, y cuya lectura es sumamente recomendable para conocer sobre la manera en que se administró la causa AMIA desde un principio, habría existido una fenomenal complicidad para obstruir el normal avance de la investigación, entre otros motivos para impedir profundizar otras hipótesis o pistas.
Porque lo cierto es que en la causa AMIA durante los años siguientes a su producción dominaron la complicidad, la obstrucción y la desidia.
El gobierno de Néstor Kirchner rompió cualquier posibilidad de complicidad cuando ordenó la apertura de los archivos de la SIDE sobre la AMIA y los puso a disposición de la Justicia.
El estatismo en la causa, su parálisis, se quebró con ese hecho que sirve de antecedente a la medida que ahora debatimos.
El memorándum es una coherente continuidad del impulso a la investigación que le dio el ex presidente Néstor Kirchner. Y quiero decir que mucho más cómodo hubiese sido hacer nada, simplemente dejar que el tiempo pase y los reclamos prosigan. Sin embargo, la presidenta asumió el riesgo de actuar. Siempre la acción implica algún riesgo, de allí que los anteriores responsables políticos optaran por la inacción.
Pero los gobiernos de Néstor y Cristina decidieron honrar el compromiso que en su momento asumieron, para que la búsqueda de justicia y verdad se impusiera a la parálisis, la cómoda parálisis.
También es cierto que lo que debatimos fue en su momento adelantado por la propia presidenta, en la ONU, cuando invitó a los representantes de Irán a procurar un diálogo. Siempre se optó por el diálogo y la acción orientada a la publicidad y la transparencia de las medidas.
Quiero destacar que no se trata de una negociación a espaldas de la ciudadanía, en un marco de oscuridad y ocultamiento. La presidenta decidió poner en el debate público su propuesta, para que sea aceptada o no por los representantes legítimos de los argentinos. Como ella también lo es, cabe recordar.
Mucho se discute sobre Irán, no son pocos los que suelen denunciar las características de su régimen, lo retrógrado que es en muchos aspectos. Estimo que con este proyecto, al brindarles la posibilidad de expresarse, nos diferenciamos sustantivamente de lo que suele acusarse como lo peor de su sistema jurídico político, ya que hacemos una extensión de los principios que caracterizan a nuestro sistema procesal, que dan lugar al derecho de defensa y de ofrecimiento de prueba, pero sin dejar de lado el interés nacional de lograr desarrollar un proceso completo, que permita alcanzar una sentencia definitiva contra los culpables.
Aceptamos el debate público, la presentación de todo tipo de cuestionamientos, y mostramos la disposición a escuchar a la otra parte.
Publicidad, respeto por las garantías más preciadas y debate, son clara expresión del régimen democrático y republicano que tenemos.
La posibilidad de interrogar, indagar o preguntar a la parte imputada, con toda la originalidad que siempre tiene lugar en el ámbito de las relaciones diplomáticas, la concreción de lo que este memorándum persigue, no es garantía suficiente de absolutamente nada, pero es condición necesaria para absolutamente todo.