La necesidad de seguir profundizando el análisis del presupuesto nacional 2014 en torno de los ejes que he comenzado a desarrollar en el recinto y la inversión en infraestructura para la integración en un contexto de planificación territorial para el desarrollo, me permiten ampliar los fundamentos que, a mi juicio, justifican ampliamente la aprobación de este proyecto.
El presupuesto nacional no sólo refleja los gastos y los ingresos previstos para el sector público en un período de tiempo determinado. Las distintas partidas de gastos, así como las previsiones de recaudación y la estimación de los fondos provenientes de distintas fuentes de ingresos constituyen un documento político relevante que manifiesta cuáles son las intenciones del gobierno; los proyectos y objetivos que presidirán la gestión.
El proyecto de ley de presupuesto general de la administración nacional para el ejercicio fiscal del 2014 es políticamente consistente con el programa político que viene desarrollando nuestro gobierno desde el año 2003. Un breve repaso de los resultados alcanzados en la llamada “década ganada” permite ver esta consistencia.
El balance de este proceso inédito en los últimos cincuenta años de la historia argentina se refuerza y profundiza, a pesar de los condicionamientos externos del año fiscal que finaliza, con cada una de las decisiones que adopta nuestra presidenta. La plena vigencia de las paritarias como modo de distribución de la renta y el impulso al trabajo en blanco, con un incremento constante del salario mínimo, vital y móvil; el estructural proceso de desendeudamiento externo que estamos llevando a cabo; los más 10 años de crecimiento económico ininterrumpido, con un incremento acumulado del producto mayor al 70 % ; la creación de más de 5 millones de nuevos puestos de trabajo y un desempleo que cayó del 20 % al 7 %; la formación de más 150 mil empresas nuevas; la defensa de un tipo de cambio competitivo y diferenciado que potencia el sector externo sumado a una eficaz política de derechos humanos de memoria, verdad y justicia que es reconocida internacionalmente; la recuperación de los derechos laborales; los avances en materia educativa como el Programa Conectar Igualdad; la política de inclusión previsional con la nacionalización de las AFJP y la ley de movilidad jubilatoria, tres millones de chicos incluidos con la asignación universal por hijo, la sanción de la ley Servicios de Comunicación Audiovisual; el matrimonio igualitario y el rol de la Argentina en el plano internacional como centro de la integración latinoamericana, tanto en el Mercosur como la Unasur, conforman parcialmente los principales logros de proceso iniciado en el 2003.
Considero relevante en este proceso, el incremento sustancial de la inversión pública en materia de infraestructura social y para el desarrollo para explicar parte sustancial de los resultados obtenidos durante los últimos años de gestión. Como lo resaltan documentos oficiales, en el caso de Latinoamérica, el escenario de alineamiento pleno a las reformas estructurales en la década del noventa mutó al escenario geopolítico contemporáneo, caracterizado por la presencia de un buen número de gobiernos dispuestos a afianzar la inclusión de sus países en la economía global, pero en el marco de acuerdos multilaterales que los consoliden como bloque regional y a intervenir como Estados corrigiendo las asimetrías sociales que el mercado produce cuando pauta por sí solo su andamiaje económico. Este ejercicio de soberanía supone implementar políticas económicas creativas, alternativas a la ortodoxia neoliberal, que resultan claves para el cambio de rumbo que se propone tal como lo refleja el proyecto de presupuesto 2014.
Existe entonces coincidencia generalizada en que la recuperación del Estado ha sido un factor fundamental del desarrollo nacional y regional. Y ha sido justamente este Estado proactivo el que ha realizado las mayores inversiones para la dotación de infraestructuras y servicios para sostener una política activa de crecimiento y desarrollo. La importancia de la infraestructura radica en que es un instrumento de cohesión social que permite a los habitantes acceder a los bienes y servicios necesarios para garantizar su calidad de vida. También hay que rescatarlo por su relevancia para garantizar el acceso de las producciones locales a todo tipo de mercados, beneficiando en particular a los territorios más postergados y finalmente como generadora de la inversión privada, ya que a mayor dotación e infraestructuras mayores son las ventajas comparativas de un lugar al momento de atraer nuevas inversiones.
Sin embargo, la eficacia de las inversiones en infraestructura realizada en la última década cobra verdadera dimensión cuando se contextualiza en el marco de un proyecto nacional y de un plan estratégico que se planteó como objetivo equilibrar el desarrollo geográfico y consolidar el federalismo con participación y coordinación entre la Nación y las provincias.
El Plan Estratégico Territorial partió de diagnosticar que la realidad territorial estaba caracterizada por la desigualdad entre zonas dinámicas y zonas marginales del país, agravada por los procesos de destrucción del aparato productivo. La explotación indiscriminada de recursos naturales y el aumento de la brecha entre ricos y pobres resultantes de las políticas neoliberales de las últimas décadas. Por ello fue que se partió de un relevamiento e identificación de la dotación de infraestructuras y equipamientos necesarios para garantizar el desarrollo de la Argentina en el mediano y el largo plazo.
El Plan se concibió como un proceso de construcción federal de consensos, conducido por el gobierno nacional pero apoyado en el trabajo participativo de los gobiernos provinciales y de sus respectivos equipos técnicos. Es decir, no constituye un producto en sí mismo, sino un proceso de pensamiento estratégico en constante actualización. Y es justamente ese criterio el que se refleja en cada uno de los presupuestos que han venido al recinto para su tratamiento.
Dos lineamientos atraviesan la concepción del plan: el derecho de todos los habitantes del suelo argentino a tener garantizadas buenas condiciones para vivir y desarrollar sus actividades productivas con independencia de su lugar de residencia, y la necesidad de construir un Estado sólido capaz de anticiparse a las demandas de inversión en el territorio.
Tal como lo señalé, el Plan se planteó tres objetivos generales: mejorar y sostener el crecimiento de la producción en forma equilibrada, mediante la construcción de infraestructura y equipamiento; garantizar el acceso de la población a los bienes y servicios básicos, promoviendo el desarrollo equitativo de las regiones y el arraigo de sus habitantes y contribuir a la valorización del patrimonio natural y cultural a través de una gestión integrada y responsable. A su vez se definieron tres componentes principales: un diagnóstico de modelo actual, una proyección de modelo deseado y una cartera de proyectos de infraestructura que contuviera obras estratégicas para concretar el pasaje entre el modelo actual y el modelo deseado. Estos elementos se aplicaron tanto en cada jurisdicción provincial como en la escala nacional, considerándose aspectos ambientales, económicos, sociales y de infraestructura.
Pero alcanzar estos objetivos significa que nuestro país debe ser capaz de integrarse al fenómeno de la globalización con una fuerte identidad territorial basada principalmente en el desarrollo de las economías regionales y locales, con una dotación de infraestructuras y equipamientos socioproductivos adecuados para lograr ese desarrollo y con capacidad de llevar adelante una gestión integrada de recursos naturales y bienes culturales. Son estos factores los que deben permitirnos la construcción del equilibrio deseado, en un nuevo contexto signado por la decisión de integrarnos continentalmente y en la cual el Mercosur resulta clave a la hora de enfrentar los desafíos a los que la Argentina debe responder.
Tal como lo reflejan los documentos del Plan, el ordenamiento y desarrollo del territorio, con todo lo que ello implica en términos de equilibrio territorial, sustentabilidad, integración, equipamiento y competitividad, no es una construcción mecánica ni voluntarista sino que, por el contrario, es el fruto de un trabajo consensuado, articulado y planificado entre los actores sociales, políticos y económicos del país. Por lo tanto, un gran esfuerzo para su implementación está siendo realizado a nivel político-administrativo en todos los niveles de organización del territorio nacional: Nación, provincias y municipios.
Por otro lado, en línea con el nuevo regionalismo impulsado por la Unasur y a partir del trabajo conjunto en la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), se participa en el Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (COSIPLAN), creado en 2009 como ámbito de debate y coordinación de programas y proyectos para la integración de la infraestructura regional.
La creación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en mayo del año 2009, con la firma de su Tratado Constitutivo, representaría un nuevo marco para el proceso de integración. En agosto de 2009, en la III Reunión Ordinaria de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la UNASUR, en Quito, se creó el Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento de la UNASUR (COSIPLAN). Por medio de la decisión que creó el Cosiplan, el Comité de Dirección Ejecutiva de la IIRSA fue incorporado al referido Consejo, siendo reconocidos los resultados alcanzados en el ámbito de la Iniciativa. En 2010, la iniciativa IIRSA se constituyó en el Foro Técnico del Cosiplan de la UNASUR. Los trabajos, entonces, continúan bajo esta nueva institucionalidad.
IIRSA es entonces una iniciativa multinacional que incluye a los doce países de América del Sur; es multisectorial, ya que tiene en cuenta los sectores de transporte, energía y telecomunicaciones; es multidisciplinaria porque involucra aspectos políticos, económicos, culturales, sociales, jurídicos, ambientales y otros. La Iniciativa se tradujo en un “Plan de Acción” que sirve como marco de referencia para el desarrollo de actividades conjuntas. Esto bajo el criterio de la integración física para promover modelos productivos y comerciales que permitan el crecimiento sostenido y sustentable de los países de la región.
IIRSA combina el trabajo de los gobiernos suramericanos para identificar las prioridades en infraestructura con el esfuerzo de entidades multilaterales de financiación como el BID, CAF y Fonplata. IIRSA también está construyendo una nueva agenda para redes de infraestructura y logística suramericana para la integración y modernización.
En tal contexto, se definieron las siguientes líneas de acción:
• Diseñar una visión más integral de la infraestructura.
• Encuadrar los proyectos dentro de una planificación estratégica a partir de la identificación de los EID (Ejes de Integración y Desarrollo).
• Actualizar los sistemas regulatorios e institucionales nacionales que norman el uso de la infraestructura.
• Armonizar las políticas, planes y marcos regulatorios e institucionales entre los Estados.
• Valorizar la dimensión ambiental y social de los proyectos.
• Mejorar la calidad de vida y las oportunidades de las poblaciones locales en los EID
• Incorporar mecanismos de participación y consulta.
• Desarrollar nuevos mecanismos regionales para la programación, ejecución y gestión de proyectos.
• Estructurar esquemas financieros adaptados a la configuración específica de riesgos de cada proyecto.
Ejes de Integración y Desarrollo (EID)
La Iniciativa utiliza el concepto de EID, que ha permitido identificar y consensuar los proyectos de infraestructura de integración bajo una visión común de los doce países suramericanos en el marco de un proceso de planificación territorial indicativa. Se trata del diseño de una visión integral de la infraestructura en la que, a partir de la caracterización económica, comercial, social y ambiental del área de influencia de los Ejes, se busca articular de manera directa los proyectos y sus espacios, procurando potenciar la eficiencia de las inversiones y el desarrollo de cadenas logísticas integradas.
Procesos sectoriales de integración (Psi)
Los PSI constituyen el otro pilar de la iniciativa IRSA, conjuntamente con los EID, y abarcan los servicios clave en el proceso de integración que pueden estar presentes en múltiples Ejes y que requieren de acciones coordinadas entre los países para remover los obstáculos al desarrollo y promover el uso eficiente de la infraestructura para la integración.
En IIRSA se ha venido trabajando en siete PSI:
• Facilitación de pasos de frontera.
• Tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
• Integración energética.
• Instrumentos de financiamiento de proyectos de integración física regional.
• Sistemas operativos de transporte aéreo.
• Sistemas operativos de transporte marítimo.
• Sistemas operativos de transporte multimodal.
Cartera de Proyectos IIRSA.
Se articuló la organización de los esfuerzos de integración física suramericana en torno de los siguientes ejes:
• El Eje Andino del Sur, que se concibe preliminarmente como franja de territorio binacional –Chile-Argentina–, cuya frontera es una de las más largas del mundo, con más de 5 mil kilómetros de extensión. Se alentaría el desarrollo descentralizado de la actividad económica y comercial en un eje Norte-Sur que se articularía, en el límite Norte, con el Eje Andino. Transversalmente tiene áreas de superposición con los Ejes de Capricornio, del Sur y Mercosur-Chile, todos ellos espacios bioceánicos.
• El Eje de Capricornio, que se desarrolla en la latitud del Trópico de Capricornio, tiene importantes instalaciones portuarias, tanto en el Pacífico –Antofagasta– como en el Atlántico –Paranaguá– que dan cuenta de su carácter bioceánico. La infraestructura de integración en este Eje es limitada y constituye el punto crítico a resolver para articular a Brasil, la Argentina, Paraguay, Bolivia y Chile.
• El Eje de la Hidrovía Paraguay-Paraná es de gran significación para Paraguay y los otros cuatro países implicados en su desarrollo –Bolivia, Brasil, la Argentina y Uruguay–. Una parte importante del potencial de este Eje Norte-Sur, además de facilitar la navegación, reside en su articulación con las conexiones de los Ejes transversales Este-Oeste: Mercosur-Chile, Interoceánico Central y de Capricornio.
• El Eje del Amazonas articula Perú, Ecuador, Colombia y Brasil a través de conexiones intermodales que incluyen la red de hidrovías amazónicas. Este eje potencia la interconexión del interior del continente, en especial el polo industrial de Manaos con la Cuenca del Pacífico. Asimismo, propicia la complementariedad entre costa, sierra y Amazonía a lo largo del eje, y puede ser un vehículo para el desarrollo sostenible del comercio, la industria y el turismo en la región amazónica.
• El Eje del Escudo Guyanés abarca la región oriental de Venezuela, el arco Norte de Brasil y la totalidad de los territorios de Guyana y Surinam. Este eje constituye, entre otros, la conexión de la
• Amazonia brasileña y los mercados del Caribe. Asimismo, permitirá desarrollar sectores económicos con potencial en su zona de influencia, tomando como base la infraestructura de conexión.
• El Eje del Sur cubre un territorio que une los océanos Atlántico y Pacífico desde los puertos argentinos de Bahía Blanca –al sur de la provincia de Buenos Aires– y San Antonio Oeste –en la provincia de Río Negro– hasta los puertos chilenos de Concepción –en la región Bío Bío– y Puerto Montt –en la región de Los Lagos–. El eje se caracteriza por ser una región netamente exportadora, con preponderancia de producciones primarias y manufacturas vinculadas. Otra actividad central es el turismo.
• El Eje Interoceánico Central que vincula Perú, Chile y Bolivia con el Mercosur. Asimismo, este eje incluye las conexiones que permitirán reducir significativamente los costos de transporte para las cargas brasileñas, bolivianas, chilenas, paraguayas y peruanas, tanto hacia el Pacífico como hacia el Atlántico y entre los países.
• El Eje Perú-Brasil-Bolivia, de gran importancia para la complementariedad entre las regiones del Sur del Perú y los estados de Acre y Rondonia en Brasil, así como entre Bolivia, dichos estados y Perú. Este eje constituye también la salida al Pacífico de esas regiones interiores del Brasil y de las zonas de Perú y Bolivia del sector oriental de la Cordillera de los Andes.
Ejes en los que participa la República Argentina
a) Eje Mercosur-Chile
El Eje del Mercosur-Chile ha sido definido a través de la delimitación de un área de influencia que atraviesa América del Sur e incorpora la vinculación de los principales centros económicos y los principales puertos de ese territorio entre Chile, la Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil.
• Proyecto: Duplicación de la RN14 entre Paso de Los Libres y Gualeguaychú
• Proyecto: Adecuación del corredor Río Branco-Montevideo-Colonia Nueva Palmira: Rutas 1, 11, 8, 17, 18 y 26, Rutas 23 y 12.
• Proyecto: Proyecto Ferroviario Los Andes /Chile-Mendoza/Argentina FF.CC. Trasandino Central.
• Proyecto: Reconstrucción y ampliación de la RN168 Túnel Subfluvial entre Paraná y Santa Fe.
• Proyecto: Sistema de Itaipú.
• Proyecto: Pavimentación del tramo Puente Amarillo-Paso Pehuenche –Ruta CH115.
Eje de Capricornio.
Se ha definido el área de influencia del EID en torno al Trópico de Capricornio, en un territorio ubicado aproximadamente entre los 20 y 30 grados de latitud Sur, donde se localizan en los extremos importantes instalaciones portuarias tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico, que dan cuenta de su carácter bioceánico.
• Proyecto: Accesos al Paso de Jama –RN52 empalme RN9 límite con la República de Chile.
• Proyecto: Construcción del Puente Binacional Salvador Maza-Yacuiba y centro de frontera.
• Proyecto: Nuevo puente Puerto Presidente Franco-Porto Meira, con Centro de Frontera Paraguay-Brasil.
• Proyecto: Optimización del nodo puente Ñeembucú-Río Bermejo.
• Proyecto: Centro de Transferencia Multimodal Tucumán.
Hidrovía Paraná-Paraguay
El Eje de la Hidrovía Paraguay-Paraná ha sido definido territorialmente a través de la delimitación de un área de influencia que incorpora las regiones de la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay vinculadas de manera directa con los ríos Paraguay, Paraná, Tieté y Uruguay.
• Proyecto: Mejoramiento de la navegabilidad del Río Uruguay.
• Proyecto: Transposición de Itaipú.
• Proyecto: Proyecto binacional de mejoramiento de la navegabilidad de los ríos Paraná y Paraguay desde Santa Fe a Asunción.
• Proyecto: Proyecto binacional de mejoramiento de la navegabilidad en el Alto Paraná.
• Proyecto: Proyecto binacional de mejoramiento de la navegabilidad en el Río Uruguay.
Eje del Sur.
El área de influencia del Eje del Sur se ha definido como el territorio ubicado aproximadamente entre los 38 y 44 grados de latitud Sur, que incorpora en sus extremos importantes instalaciones portuarias tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico, que dan cuenta de su carácter bioceánico.
• Proyecto: Implementación del Control Integrado de Frontera en Pino Hachado.
• Proyecto: Adecuación y mantenimiento de la ruta Interlagos en la Argentina.
Eje Andino del Sur
Se encuentra en desarrollo el Estudio de Conectividad Argentina-Chile, que podrá fundamentar la identificación de proyectos que en el mediano y largo
Otro instrumento de importancia para dotar de infraestructura cada rincón de la República Argentina ha sido el inventario de Proyectos de Inversión Pública incorporados al BANCO DE PROYECTOS DE INVERSIÓN PÚBLICA (BAPIN).
Dicho Banco ha sido concebido como un sistema interrelacionado con la administración financiera y con los sistemas de control de gestión del sector público nacional, a los que complementa en aspectos sustantivos que conciernen al campo de las inversiones públicas.
El Banco de Proyectos de Inversión Pública permite la identificación, formulación, seguimiento y evaluación de proyectos tanto de infraestructura física como social que se desarrollen con recursos propios o financiamiento internacional, iniciados por cualquiera de las jurisdicciones del sector público y ejecutados por las mismas, las provincias o los Municipios.
Entre los beneficios del uso del BAPIN se puede resaltar la posibilidad de priorizar proyectos; analizar opciones; disponer de reportes con información detallada de los proyectos para conseguir financiamiento; facilitar la opinión y consulta a las provincias sobre la ejecución de los planes de inversión de todas las jurisdicciones; eliminar pasos intermedios procurando la automatización en la transferencia y disponibilidad de la información; disponer de datos efectivos sobre la ejecución física y financiera de los proyectos; disponer de información sobre los años siguientes en el calendario de ejecución de cada proyecto; propender al desarrollo de proyectos basados en criterios de dimensión territorial.
El proyecto de ley de presupuesto general de la administración nacional para el ejercicio Fiscal del 2014 asigna recursos a proyectos de infraestructura para la integración regional cuyo detalle parcial se enumera:
*Asistencia financiera a la Obra Portezuelo del Viento,
*Obra Paso Cristo Redentor "Ventiladores".
*Obras Hidroeléctricas en conjunto con la República de Paraguay U$D 2.300.000.000
*"Paso EL Pehuenche" Estudio de potencial productivo de este corredor a cargo de la Subsecretaría de Planificación Territorial.
* Creación Fondo Nacional de Proyectos Estratégicos en el art. 73 con el objetivo de fomentar a empresas públicas y/o privadas la exportación de bienes y servicios
*Ruta Nacional N° 7 Potrerillos – Uspallata, con una inversión para el año fiscal 2014 de $ 11.800.000.
*Ruta Nacional N° 40, variante Tunuyán con una inversión de $1.875.000.
* Ruta Nacional N° 40 y Acceso Sur por $2 millones:
* Rut Nacional N° 40, Bardas Blancas - Malargüe con un presupuesto de $3 millones todo en el 2014.
*Ruta Nacional N° 7, Empalme Ruta Nacional N° 40 límite con Chile - Secciones II y III total $4.300.000.
* Ruta Nacional N° 143 Alvear – Malargüe, Secciones II y IV con $4.300.000.
* Ruta Nacional N° 145, Bardas Blancas - Hito Pehuenche con $70 millones para el año fiscal 2014.
*Ruta Nacional N° 40 y Acceso Norte con $2.500.000.
* Ruta Nacional N° 7 empalme Ruta Nacional N° 40, secciones I, II, III con $9 millones de pesos para el ejercicio 2014
*Ruta Nacional N° 7 - San Martín con $ 2.686.000 para el año 2014.
*Empalme Ruta Nacional 143 con $4 millones de pesos
*Pasos Fronterizos y Corredores de Integración, 102 kilómetros terminados para el 2014.
* Asignación presupuestaria para Ente Binacional Yacyretá para la interconexión del sistema de transporte terrestre entre la Argentina y Paraguay
*Dragado del río Uruguay por $6.900.000 pesos
*Asistencia Financiera a la Comisión de Coordinación Interjuridiccional del Programa Hidrovía Paraguay – Paraná.
* Estudios e investigaciones para optimizar los pasos fronterizos entre nuestro país y Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay; como así también el potencial productivo del Paso El Pehuenche a cargo de la Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública, del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
*Ruta sobre Puente Posadas – Encarnación con $1.500.000 pesos
*Ruta Nacional N° 52, empalme Ruta 70, límite con Chile con un presupuesto de $2.400.000 pesos
*Ruta Nacional N° 150, límite con la República de Chile, $1.885.000 pesos.
*Ruta Nacional N° 117, nuevos accesos Paso de los Libres por $2.500.000 pesos.
*Ruta Nacional N° 40, límite con Bolivia con un presupuesto de $13 millones de pesos.
*Obras menores Tren Trasandino con una asignación de $2.700.000 pesos.
*Ruta Nacional N° 257, Trevelín al límite con Chile con una partida de $1.800.000.
*Paso Pino Hachado en la Provincia de Neuquén con una asignación de $2.600.000,
*Paso Agua Negra con un presupuesto de $8.100.000.
*Ruta Nacional N° 11 Resistencia al límite con la República de Paraguay por $4 millones de pesos.
*Camino vinculación Ruta Nacional N° 40, paso Fronterizo Mina 1, Rio Turbio con $2 millones de pesos.
*Ruta Nacional 242-40 Mendoza - las Lajas, límite con la Republica de Chile con un presupuesto de $9 millones de pesos.
*Fondo Fiduciario - Operación de crédito Público (con plazo de 3 años) de hasta U$D 9 mil millones de dólares que incluye las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner, Jorge Cepernic en la provincia de Santa Cruz; Aprovechamiento Multipropósito Chihuido en la provincia de Neuquén; aprovechamiento hidroeléctrico Los Blancos y presa y central Portezuelo del Viento en la provincia de Mendoza; represa Punta Negra en la provincia de San Juan y la represa Potrero del Clavillo en la provincia de Catamarca. También se incluyeron avales del estado para las mismas obras de hasta U$D 7 mil millones.
Adicionalmente podrían citarse, en línea con el proceso de integración regional:
*Apertura de tres nuevas embajadas y dos consulados para el 2014.
* Desarrollo y producción en la fábrica de aviones en la Provincia de Córdoba, (FADEA) del avión IA 73 UNASUR, modelo que será utilizado por todos los países de la región por un monto $96 millones de pesos.
*Construcción de un Centro Cultural Embajada de Chile por $24 millones de pesos.
Sin dudas que el proyecto de ley de presupuesto general de la administración nacional para el ejercicio fiscal del 2014 que el Poder Ejecutivo puso a consideración de esta H. Cámara de Diputados no es el resultado improvisado de un gobierno. Por el contrario, sigue una línea definida y consistente con las políticas fundacionales del modelo, multiplicando la inversión en infraestructura para la integración regional en un escenario de planificación de corto, mediano y largo plazo que persigue obstinadamente mejorar cada día la vida de cada uno de los argentinos.