Hoy nos vemos obligados a tratar temas fundamentales para la Republica, en un clima de enfrentamiento y hostilidades que sólo consiguen alterar la armonía y el buen ánimo que se necesitan para lograr el bien común.
Hablo desde mi lugar de representante de una sociedad que mira azorada cómo un sector intenta y quizás logre sancionar algunas leyes que a mi entender tienen por objeto cambiar de un modo drástico instituciones fundamentales para la democracia, la libertad y la división de poderes, y que no tienen absolutamente nada que ver con la democratización de la Justicia.
Y no puedo dejar de pensar en el porqué de este apuro, que lograría mejorar este cambio y en realidad creo que sólo traerá mas hostilidad, más desacuerdos y más desunión entre los argentinos, que lo que más deseamos es paz y justicia.
No logro entender este avasallamiento que llevará a nuestro país a una situación institucional realmente muy grave desde el regreso de la democracia.
No soy jurista, pero me he ocupado de conocer el pensamiento de todos los ámbitos expertos en la materia que hoy nos ocupa y preocupa, primero del oficialismo y después del ámbito académico, juristas, jueces, ONG, colegios de abogados de la oposición, con toda mi buena fe, intentando escuchar sin prejuicios, sin rebatir sino de entender cada punto de vista y honestamente mi conclusión dolorosa es que estas leyes no son buenas para nadie, violan la Constitución Nacional de modo flagrante y la Justicia como poder independiente desaparece.
¿Por qué esta injerencia tan fuerte en el Poder Judicial?, y no me refiero a los concursos para ingresar, que se hacen desde hace muchísimos años, lo que no ocurre en el Poder Ejecutivo, y solo en algunos ámbitos del Legislativo.
¿Qué compromisos asumirán los consejeros elegidos por un sector político cuando ese sector pertenezca al Ejecutivo de turno, o como opositor si tiene un mandato político? ¿Podrá actuar de acuerdo a su leal saber y entender, o se verá compelido a hacer lo que le exigen quienes lo pusieron en el lugar de consejero?
¿Qué capacidad tendrán los consejeros académicos de otras disciplinas ajenas al derecho para evaluar la idoneidad de un candidato a juez?
¿Cómo un juez va hacer política partidaria? ¿Qué compromiso deberá adoptar ese juez? ¿Cómo va a tener que fallar ese juez y qué garantías se le va a dar al ciudadano que vaya a buscar justicia contra el Estado o contra el partido al cual el juez se afilió?
No podemos colocar a los jueces en una situación electoral, es aberrante e inadmisible
Lamentablemente, este no es un proyecto de democratización en lo más mínimo, todo lo contrario esto llevará lisa y llanamente al sometimiento y burocratización de la Justicia, perjudicando a las instituciones y a todos los habitantes de la República Argentina.
Es por ello señor presidente, por nuestra Patria, por la defensa de las Instituciones, por la división de poderes y por el respeto a la democracia es que voto en forma negativa el proyecto de modificación del Consejo de la Magistratura.