29. INSERCIÓN SOLICITADA POR LA SEÑORA DIPUTADA PASSO

Establecimiento de paridad de género en ámbitos de representación política.

Los tiempos cambian, y no cabe duda de que las leyes deben adaptarse a los tiempos en los que rigen. Sino, su extemporaneidad las convierte en normas que quedan a mitad de camino, sin la posibilidad de generar el crecimiento de los pueblos y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.
El 51 por ciento de la población de nuestro país es femenina. Las costumbres de este siglo no son las mismas que el anterior. En la cotidianeidad, la participación de la mujer en distintos ámbitos no solo es hoy mayor que antes, sino también absolutamente necesaria.
Y esa necesidad es la que le da sentido, importancia y utilidad social a la norma que queremos sancionar, la cual le da oportunidad igualitaria a la mujer para ocupar cargos electivos a nivel nacional, al igual que los hombres.
Las mujeres de mi patria hemos demostrado a lo largo de los años que la capacidad de transformar la realidad no es una cuestión de género. Es una cuestión de interés, de voluntad y perseverancia. Pero también ha sido hasta ahora una cuestión de oportunidad librada a su suerte. Y es allí donde las normas faltan.
La ley de cupo femenino vigente fue un enorme paso al momento de su sanción. Una decisión valiente de aquellas mujeres que encabezaron la lucha por una sociedad más igualitaria. Los resultados están a la vista. Se ha avanzado, aunque falta.
Hoy, no solo la realidad actual sino también las prácticas ejecutadas por quienes discriminan el género, nos pone en un lugar de responsabilidad a la hora de plantear que la IGUALDAD en toda su expresión debe ser convertida en una norma que posibilite el acceso a las mujeres a los cargos públicos, sin que deban ser sometidas a decisiones de hombres que las relegan a terceros lugares como si la ley de cupo hubiera tenido la intención de reservar esos espacios solamente.
Soy mujer, soy profesional, he sido consejera escolar, concejal, jefe de gabinete, intendente y actualmente diputada de la Nación. He recorrido rincones de la política partidaria y he ocupado cargos de decisión importantes. Lo he sido no solo por capacidad, sino por haber participado en espacios políticos que entendieron que el género es indistinto a la hora de participar y de lograr resultados en la política. Pero no creo que ello deba ser librado al azar. Y no quiero que las oportunidades deban ser sometidas a tener el privilegio o el azar del destino.
Aun hoy son muchos los espacios políticos que no comparten esa ideología, y lo expresan en sus decisiones, dejando para las mujeres actividades que consideran pertenecen a un mundo limitado, imposibilitándonos participar en espacios de toma de decisiones. Como si hubiera dos mundos, aquel en el que “se puede hacer” y aquel en el que “no se puede” porque los que deciden son los hombres. Y el mundo en el que vivimos, señor presidente, es uno solo.
Creo en la igualdad. Creo en que los mejores equipos de trabajo son los diversos. Creo en los hombres y mujeres de mi patria. En su capacidad de transformar la realidad tomados de la mano. Por eso creo en este proyecto de ley.
En este día, mi homenaje las mujeres que un día lograban sancionar el cupo femenino, con la misma ilusión, la misma garra, la misma impronta con la que venimos batallando esta ley de igualdad ya sancionada a nivel provincial en Buenos Aires.
Pero mi mayor reconocimiento a esa mujer que supo luchar, incansable y visionariamente, trazando un camino el cual hoy honramos avanzando un largo trecho. Mi eterno amor y homenaje a Evita, diciéndole que aquí estamos cumpliendo con su legado, y esperando esta madrugada sea histórica para el pueblo argentino