El jueves 11 de abril comenzó en la H. Cámara de Diputados de la Nación el Sexto Simposio "Del Sur al Mundo en 2030: Impacto de las Américas y la Bioeconomía en el desarrollo regional". 

El evento está organizado por la Cátedra de Agronegocios y el Programa de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), y la Dirección General de Diplomacia Parlamentaria, Cooperación Internacional y Culto de la H. Cámara de Diputados de la Nación. 

El encuentro, que es la continuidad de un ciclo de simposios iniciados en 2014, tiene como objetivo seguir reflexionando a largo plazo y a escala global, analizando la actualidad de los agro-negocios de base biológica, así como las estrategias comerciales de Argentina y el Mercosur. 

En la apertura, el Diputado Nacional Eduardo Amadeo (PRO) apeló a “garantizar estabilidad macroeconómica, productividad y sustentabilidad para proyectar nuestra economía a nivel mundial”. Frente a este desafío, el legislador expresó que es “imprescindible priorizar las necesidades globales y estratégicas por sobre las demandas locales”. 

Por su parte, el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, rabino Sergio Bergman, recordó que “durante muchos años argentina no tuvo una agenda ambiental” y exhortó a “incorporar valores éticos en la utilización de los recursos naturales para garantizar su sustentabilidad”. 

Por último, el director del Simposio, Fernando Vilella, realizó un diagnóstico pormenorizado de la situación económica mundial. “Argentina tiene mucha potencialidad y muchos deberes por hacer”, remarcó el ingeniero.  Además destacó que “en 2030, el mundo va a tener 900 millones de habitantes a los que sus propios países no van a poder garantizarles el alimento”. Y “solo el 10% de los países del mundo van a poder contar con esos excedentes”, advirtió. Entre estos últimos, ubicó a los miembros del Mercosur. 

Al mismo tiempo, Vilella explicó que los países que pretendan alcanzar estos estándares "deberán cumplir con los requisitos de trazabilidad y certificación que impone el mercado". A la vez, que "deberán tener en cuenta los cambios en los hábitos de consumo de las poblaciones". 

A continuación, el primer panel se ocupó de expresar la visión de los legisladores, moderado por el director general de Diplomacia Parlamentaria, Cooperación Internacional y Culto, Juan de Dios Cincunegui.  En este sentido, el diputado Facundo Suárez Lastra (UCR) destacó la necesidad de “poner el conocimiento al servicio de la producción para diversificar la economía en línea con un modelo de desarrollo sustentable". 

Por su parte, el diputado Luis Basterra (FpV-PJ) señaló que “la bioeconomía requiere de políticas de Estado que promuevan la inversión, el desarrollo científico y la innovación”. A su turno, la diputada Alicia Fregonese (PRO) revalorizó “la vuelta al mundo en materia económica” como consecuencia “del compromiso de la gestión de gobierno”. 

Por último, el diputado Ignacio De Mendiguren (FUNA) remarcó la necesidad de que “para adaptar nuestro desarrollo económico a este nuevo paradigma, debemos comprometernos a tener una política macroeconómica estable”. 

En el segundo panel, el presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico, Jorge Castro, dictó una conferencia en la que abordó el rol de EEUU y China en la economía mundial y su liderazgo geopolítico.  “El acuerdo entre Donald Trump y Xi Jinping, hace desaparecer la rivalidad en materia de seguridad entre ambos, ahora sólo les queda la competencia económica”, definió el académico. 

En el último panel, moderado por el director de la empresa Cygnus Draper, Ignacio Plaza, junto a los empresarios Alex Bril y Adolfo Rouillon, expusieron sobre los casos exitosos del uso de nuevas tecnologías en las estrategias de negocios en el siglo XXI.  “La inteligencia artificial potencia las oportunidades del sector productivo y del desarrollo económico”, explicó Plaza. Y concluyó que “el desafío para Argentina es garantizar condiciones institucionales seguras para desplegar estos proyectos a nivel local”.