El viernes 12 de abril, se desarrolló en la H. Cámara de Diputados la segunda y última jornada del sexto "Simposio Internacional Del Sur al Mundo en 2030: Impacto de las Américas y la Bioeconomía en el desarrollo regional".
Fue organizado conjuntamente por la Cátedra de Agronegocios, el Programa de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) y la H. Cámara de Diputados de la Nación.
En la presentación, el Ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, afirmó que “nos propusimos apostar al desarrollo de la bioeconomía como un concepto realista que ayuda a cambiar y mejorar la vida de la gente”. Señaló que “es uno de los motores centrales del desarrollo asociado con el uso de los recursos naturales renovables”.
En ese sentido, el funcionario indicó que “la provincia de Buenos Aires fue la primera en tener un programa de bioeconomía”, al tiempo que la definió como “una enorme oportunidad para el aprovechamiento de los recursos”.
Gloria Antonia Baez, consejera del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), se refirió al cambio climático y lo definió como “un desafío mundial”. Asimismo, añadió que “para enfrentar este fenómeno hay que entender que el hombre es el principal responsable”.
En la misma línea, la representante de CARI aseguró que “uno de factores que nos ha llevado al fracaso del esfuerzo que hacemos con la bioeconomía y la aplicación de buenas prácticas es el crecimiento de la población”. Por último, indicó que los principales responsables de lo que pasa en el mundo son aquellos países emisores de monóxido de carbono (CO). Entre ellos, citó a Estados Unidos.
En tanto, Claudio Dunan, director de Estrategia de Bioceres S.A, destacó “la innovación para el desarrollo de bionegocios sostenibles” y afirmó que “la bioeconomía busca impulsar una nueva visión de base sobre los negocios agrícolas”.
A continuación, Pedro Vigneau, subsecretario de Mercados Agroindustriales del ministerio de la Producción de la Nación, se refirió a los tres grandes desafíos pendientes: “Mercados estratégicos, asistencia a pymes y vinculación con las provincias”. Al respecto, aseveró que “la ley de semillas es muy importante para la bioeconomía”. Del mismo modo, el licenciado se expresó “a favor del plan de inserción internacional”, al asegurar que “tenemos una inmensa diversidad productiva y una gran potencialidad”.
A su turno, el titular del Grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, manifestó que “hay una falta de estrategia internacional que lleva décadas”, por lo cual sugirió “focalizarse en múltiples estrategias en un mundo que cambia constantemente”. Además, sostuvo que “la competitividad está vinculada con la forma de organización”.
La Nueva Ruta de la Seda
En la segunda parte del evento, se trató la iniciativa de China por la nueva ruta de la seda, una red de infraestructuras en los cinco continentes, como plan estratégico de ramificaciones geopolíticas y económicas. Tiene componentes comerciales, financieros, de seguridad y culturales. En 2017 fue incorporada a la Constitución Nacional de ese país.
En este panel, actuó como moderadora Carola Berjano, consultora del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y dijo que la idea es mostrar las iniciativas en China porque “es una región con múltiples oportunidades”. “Es un proyecto de conectividad económica, financiera, cultural con importantes acuerdos educativos y energéticos”, detalló Berjano.
Se reprodujo un video del embajador argentino en China, Diego Guelar, donde expuso sobre los intercambios productivos con ese país. El diplomático puso el acento en aprovechar las oportunidades “analizando las debilidades y fortalezas del mercado”. “Somos el mayor proveedor de alimentos externos a China”, afirmó Guelar. Argentina también exporta tecnología espacial. “Hay enormes capacidades de diversificación”, explicó el Embajador sobre esta iniciativa.
Por su parte, la diputada Carmen Polledo (PRO), quien también preside el Grupo Parlamentario de Amistad (GPA) con China, recalcó que Argentina considera a ese país como un “actor central” de la economía mundial. “Argentina firmó 30 convenios bilaterales que van desde materia económica a cultural”, detalló la legisladora.
Asimismo, la titular del GPA expresó su apoyo político a esta “alianza estratégica” que significa la ruta de la seda porque “cree en la multilateralidad”. Sobre el proyecto afirmó que es “revolucionario, ambicioso y disparador de un nuevo orden mundial” ya que –consideró- “abre las fronteras internacionales, lo que significa un mayor de crecimiento e intercambio comercial”.
Esteban Turic, CEO de Biogénesis del laboratorio Bagó, empresa argentina instalada en China, enfatizó: “La clave es dominar una tecnología, de acuerdo a un marco regulatorio internacional, que nos permita presentarnos con conocimiento y una estrategia en países en desarrollo”.
Además, expresó que “Argentina tiene talento para exportar productos de bioeconomía y es donde se puede contribuir a solucionar problemas”. “Somos el sexto productor en farmaceútica, hemos contribuido a mejorar esto y a la apertura del mercado internacional”, ultimó Turic.
Macroeconomía y Mercados Internacionales
El desarrollo del tercer panel se centró en la cuestión de macroeconomía y mercados internacionales. El especialista en mercado de capitales José Siaba Serrate sostuvo: “El mundo viene en camino de cornisa pero en una situación estable. De todas formas, está asediado por muchos factores que pueden cambiar la situación”.
A continuación, sobre los cambios geopolíticos y las estrategias de accedo al mercado mundial, el ex secretario de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación entre 2013 y 2015, Gabriel Delgado, expresó que “Argentina tiene un problema muy grave que es la pobreza, que se genera por la crisis de dólares que ocurren cada diez años, y provocan serias disrupciones en la macroeconomía”.
En este sentido, Delgado, expresó que “para salir de ese péndulo económico debemos generar consensos básicos”. Y aprovechar “las ventajas comparativas el sector agropecuario” que además cuenta con una fuerte “conexión cultural, social y política que merece mirarlo con más detenimiento”, destacó el ex funcionario.
Por su parte, el presidente de la empresa ganadera CONECAR, Roberto Guercetti, abordó las ventajas de la bioeconomía combinada con el desarrollo tecnológico. “Todavía tenemos formas de producción muy ineficientes”, reflexionó Guercetti. Además pidió una mayor articulación entre el sector empresario y el político para “generar políticas que impulsen la producción con valor agregado”, concluyó el empresario.
El último panel discutió las reformas a la OMC, desde una perspectiva latinoamericana sobre cuestiones prioritarias. Estuvo encabezado por Félix Peña, de la Fundación ICBC, acompañado por el embajador uruguayo en Naciones Unidas, Guillermo Valles, y el embajador y negociador chileno ante la OMC, Alejandro Jara. Dicho panel fue moderado por el director del Programa de Bioeconomía, de la Facultad de Agronomía de la UBA, Fernando Vilella.