En una histórica jornada, se llevó a cabo en Tokio, Japón, la 6ª Cumbre de Presidentes de Parlamentos del G20, segunda en llevar la denominación de “P20” luego de su relanzamiento en Argentina en noviembre del año pasado.
Organizada por la Cámara de los Consejeros de la Dieta Nacional de Japón, la Cumbre se desarrolló durante el jueves de esta semana y participaron presidentes y delegados de 18 países, incluyendo a Arabia Saudita, Argentina, Australia, Canadá, China, Corea, los Estados Unidos de América, Francia, India, Indonesia, Italia, México, Países Bajos, Rusia, Sudáfrica, Turquía, y la Unión Europea. Como invitada especial, Argentina estuvo representada por el diputado nacional Luis Petri, vicepresidente segundo, en representación de Emilio Monzó; y el senador nacional Federico Pinedo, presidente provisional del Senado.
Durante la apertura, acompañado de Akiko Santo, presidenta de la Cámara Alta de Japón, y Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Unión Interparlamentaria, Pinedo expresó: “Participación masiva y demandas sociales crecientes, obligan a reflexionar sobre la cuestión, crucial y decisiva, de cómo procesar los conflictos sociales y políticos en esta era. ¿Aislarse y cerrarse es mejor que abrirse y buscar compromiso y consenso?”.
“La unión es superior a la división. La interacción es superior al aislamiento. La confianza –que permite cooperar- es superior al miedo que aísla. Mi modesto comentario es que si queremos sociedades que progresen y desarrollen sus capacidades, deben permitir mayores aperturas y no involucionar en mayores cerrazones; dejarse llevar por su propósito de desarrollo y no por el miedo que lleva al aislamiento y el retroceso”.
La anfitriona -quien el año pasado representara a Japón en Buenos Aires-, refiriéndose a la situación económica mundial, enfatizó la necesidad de crear un círculo virtuoso de crecimiento económico sostenible y multilateralismo, mediante la armonización de las medidas comerciales con los acuerdos de la OMC.
Gabriela Cuevas Barrón, por su parte, afirmó que para garantizar mayor transparencia y responsabilidad en la gobernanza global, los parlamentos deben estar más involucrados en los principales procesos internacionales, incluido el G20.
El primer panel de la cumbre fue destinado a un diálogo sobre comercio e inversiones; el segundo al uso de las nuevas tecnologías y el tránsito hacia una sociedad futura centrada en el ser humano; y el tercero a los esfuerzos tendientes a la resolución de los desafíos globales y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Declaración
Al finalizar la jornada se adoptó por unanimidad una declaración conjunta cuyas principales definiciones son las siguientes: “Alentamos a los líderes del G20 a cumplir con su compromiso de perseguir activamente el objetivo de alcanzar un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e inclusivo.
Se deben buscar soluciones comunes a los desafíos comunes que enfrenta la comunidad global, todo con un firme compromiso con la paz, la democracia, la prosperidad y el bienestar humano para todos. Preservar y fortalecer el sistema multilateral, con las Naciones Unidas en su núcleo, debe ser una prioridad clave para el G20”.
“Como representantes del pueblo que desempeñan las funciones básicas de elaboración de leyes, presupuestos y supervisión, los parlamentarios deben contribuir de manera sustancial al proceso del G20. La voz de nuestros parlamentarios necesita ser escuchada en las reuniones internacionales como el G20, para ayudar a abordar una brecha democrática persistente en las relaciones internacionales”.
En la declaración se abordan asuntos como el estado de una economía global que sigue profundamente desequilibrada en términos de impacto social, de desarrollo y ambiental y se reafirman los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como hoja de ruta para un desarrollo justo, equitativo y sustentable a escala global. Se ratifica el compromiso de lucha contra la corrupción en todas sus formas.
Se considera al multilateralismo como la mejor opción para mantener la paz y lograr el desarrollo sostenible, si bien se reconoce que el sistema de comercio actual no cumple sus objetivos y que la OMC debe ser reformada.
Se reconoce que si bien la globalización ha sacado a millones de personas de la pobreza, generando crecimiento y desarrollo, sigue habiendo un segmento de la población que no se ha beneficiado completamente, y que nos enfrentamos a una creciente desigualdad, debiendo adoptarse políticas fiscales, salariales y de protección social adecuadas que permitan una distribución más justa del ingreso y la riqueza.
Se reconoce que si bien los beneficios derivados de la innovación y las nuevas tecnologías son evidentes, preocupan los impactos potencialmente negativos de la digitalización, al robotización, la automatización, la nanotecnología y otras formas de innovación tecnológica en el empleo y el bienestar humano, instándose al G20 a aprovechar la Inteligencia Artificial (IA) y el internet de las cosas a lograr una sociedad centrada en el ser humano, en la que mejore la productividad y el crecimiento inclusivo, al tiempo que se aborden los desafíos de la distribución de la riqueza mediante el apoyo a los trabajadores y las comunidades durante las transiciones y asegurando que el acceso y los beneficios de la tecnología se compartan de manera justa.
Se aboga por el trabajo docente y redes de seguridad más fuertes para facilitar la transición de los trabajadores desplazados a nuevos empleos; un marco regulatorio adecuado y actualizado y medidas especiales para ayudar a los jóvenes, los trabajadores mayores desplazados y las personas con discapacidad a ingresar al mercado laboral.
Se alienta a los líderes del G20 a promover el flujo seguro y ordenado de información y a permitir a los usuarios de internet acceder legalmente a la información, el conocimiento y los servicios en línea. Se reafirma el apoyo parlamentario al combate contra el extremismo, la xenofobia y el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones.
Rol de los Parlamentos
Luis Petri, quien intervino en los tres paneles de la cumbre, señaló: “… si realmente queremos influir en las decisiones a nivel global y en nuestras respectivas sociedades, resulta imperativo que nuestros parlamentos sean creíbles, transparentes, accesibles, abiertos, cercanos a la gente, focalizados, responsables y efectivos; y nuestras decisiones se basen en evidencia”.
A ello agregó: “Esta Cumbre nació de una iniciativa loable del Senado de Canadá en 2010. Sin embargo, luego de su cuarta reunión en 2013 en ciudad de México, se discontinuó. Pasaron otros cuatro años hasta que el Congreso argentino decidió reiniciarlas en 2018, sin que existiera hasta entonces una demanda interesada de las organizaciones de la Sociedad Civil o de nuestros propios Parlamentos. Menos aún de los gobiernos de los países miembros del G20. Nadie reclamó nuestra intervención".
"Sin embargo, en la última década la demanda de mayor apertura y democratización del sistema de gobernanza mundial permitió que representantes de colectivos de mujeres, empresas, sindicatos, científicos, jóvenes y otros sectores se incorporaran al G20 en carácter de grupos de afinidad. Me pregunto, ¿qué nos pasa a los parlamentos, que conceptualmente representamos a nuestros pueblos? Se supone que somos el corazón de nuestras democracias, que representamos a esos mismos actores provenientes tanto de las pequeñas comunidades al interior de nuestros países como de las grandes ciudades", prosiguió Petri.
"Por este motivo en particular es que Argentina solicitó la incorporación de la UIP como co-organizadora de la Cumbre … Es también por ese motivo que propiciamos la denominación de nuestra Cumbre como “P20”, ajustándonos de ese modo a la terminología utilizada por el G20, que sinceramente no ha dado hasta ahora signos realistas de formal reconocimiento”, sentenció.
Petri instó a la adopción de “nuevas herramientas para mejorar su desempeño, como la institucionalización de la figura de los Sherpas Parlamentarios; la modalidad de la Troika; el trabajo de los Grupos de Afinidad y otros sectores relevantes de la Sociedad Civil; la interacción con los responsables oficiales del G20 de los gobiernos; y otros mecanismos que nos permitan dotar de mayor fluidez a la Cumbre”.
La delegación argentina fue acompañada y asistida por el Director General de Diplomacia Parlamentaria, Cooperación Internacional y Culto de la cámara baja, Dr. Juan de Dios Cincunegui.
En el siguiente link, se puede acceder al texto completo de la declaración oficial emitida por la Cumbre de Presidentes de Parlamentos de los países que integran el G20.